La demora en el traslado de Sara Gómez fue fatal

Ocho médicos del Hospital Santa Lucía de Cartagena declararon este viernes como investigados en el caso Sara Gómez, que dirime las responsabilidades de los facultativos en la muerte de la mujer, fallecida en enero de 2022 tras una grave negligencia médica por parte del cirujano que le practicó una lipoescultura en la clínica privada Virgen de la Caridad de la ciudad portuaria.

Según fuentes cercanas al caso, los ocho especialistas declararon ayer ante la jueza que dirige el procedimiento que la demora en trasladar a la mujer, de 39 años y vecina de Alcantarilla, de la clínica a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital cartagenero tras la operación, influyó de manera determinante en el trágico final de Sara. Y es que, la paciente tuvo que ser trasladada tras las graves lesiones que presentaba, entre ellas, decenas de perforaciones en órganos vitales.

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Fueron seis horas las que la mujer permaneció en el clínica privada antes de ser atendida por los médicos de la UCI con un cuadro de dolencias «seriamente grave», ocasionado por un fallo multiorgánico irreversible, tal y como señalaron los médicos comparecientes ayer en el juzgado.

Una vez en el hospital Santa Lucía, su estado impidió operarla una segunda vez debido a que llegó sin funciones respiratorias ni renales, así como apenas sangre para poder superar esa segunda intervención, por lo que tuvo que quedar ingresada. A los pocos días sí que pudo ser intervenida, pero nada se pudo hacer para revertir el diagnóstico y, tras un mes en la UCI, murió.

Las declaraciones de los médicos del Santa Lucía continuarán la próxima semana, ya que pese a que ayer comparecieron ocho, aún quedan otros seis que deben hacerlo el próximo viernes a partir de las 9.30 horas. En total, serán 14 investigados los que se suman a un juicio que ya contó con la declaración de otros cuatro el pasado mes de mayo por su presunta relación con el fallecimiento de Sara.

Según ha podido saber LA OPINIÓN, la defensa, contratada por la familia de la mujer, valoró las declaraciones de ayer como «muy positivas», reflejando que el testimonio de los especialistas había sido «contundente».

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Mientras, el proceso continúa con el doctor Javier Alejandro M.D.C., como principal investigado, bajo sospecha y libre con cargos, que operó a la paciente en un quirófano alquilado en el citado centro privado.

Desde que Sara Gómez expiró en el hospital cartagenero, su familia mantiene una cruzada abierta para demostrar la responsabilidad del doctor en su fallecimiento.