Segundo detenido por el asesinato de un vecino de Monteagudo
La Guardia Civil arrestó el 20 de febrero a este hombre, que está libre con cargos tras pasar por el Juzgado
El presunto autor material sigue en la cárcel e insiste en que él no ha sido
La Guardia Civil ha detenido a una segunda persona por su presunta implicación en la muerte de Lorenzo A.M., el vecino de Monteagudo que en enero fue degollado en su casa, en el primer crimen del año en la Región de Murcia. Un portavoz del cuerpo confirma que el arresto se llevó a cabo el pasado 20 de febrero y que el sospechoso se encuentra en libertad con cargos tras pasar por el Juzgado de Murcia.
No obstante, desde el Instituto Armado recordaron que el caso se encuentra bajo secreto sumarial, por lo que declinaron hacer más manifestaciones sobre el mismo.
"Yo no lo maté"
Mientras tanto, el principal investigado en el caso, José Antonio H.G., continúa en prisión provisional y sigue insistiendo en que él no mató a Lorenzo. Admite que lo conocía, incluso reconoce que le compraba droga, pero sostiene que no le cortó el cuello.
El sospechoso, murciano de 44 años, sí contó a la titular del Juzgado de Instrucción Nº 2 de Murcia que vio a su amigo Lorenzo unas horas antes de que lo matasen, en el mismo domicilio donde luego aparecería degollado. Otros vecinos explicaron que vieron a José Antonio en bicicleta por las inmediaciones de la casa el día del crimen.
El hombre asesinado, que ya había sufrido otro episodio violento, era un viejo conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: al ver los antecedentes del hombre, la Policía Judicial no descartó que los trapicheos con estupefacientes hubiesen tenido algo que ver con el homicidio.
Ya lo quisieron matar
Se da la circunstancia de que no era el primer episodio violento que sufría el vecino, que aseguró en 2017 que ya habían intentado matarlo. Entonces, contó a La Opinión, una bala le entró por la parte derecha del cuello y le salió por el tórax tras rozarle un pulmón. El día que quisieron acabar con su vida, Lorenzo dijo que tenía más de mil euros en efectivo en casa (de la venta de una grúa, según él), que llamaron dos tipos al timbre de su casa preguntándo por un amigo en común y eso le hizo sospechar.
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