Medio ambiente

La mitad de los Planes de Gestión de zonas naturales de la Región, sin aprobar 12 años después

De los trece diseñados, seis están sin recibir el visto bueno y el de la costa occidental, El Valle y Carrascoy y las sierras de Cartagena están en la fase de elaboración de documentos técnicos

Imagen del bosque de Sierra Espuña.

Imagen del bosque de Sierra Espuña. / Murcia Natural

Jose Antonio Sánchez

Jose Antonio Sánchez

En el año 1988 ya hubo por parte de la Unión Europea una propuesta de directiva en la que se hablaba de los Planes de Gestión Integral (PGI). Establecía la puesta en marcha de esos planes, según las necesidades ecológicas de las especies y de los tipos de hábitats implicados. Se publicó la Directiva de Hábitats en el año 1992, el establecimiento de las Zonas Especiales de Conservación (ZEC), las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). En el año 2007 se aprobó la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que armonizaba las peticiones europeas de la Red Natura 2000 y que daba tres años a las Comunidades Autónomas para que aprobasen los planes de gestión para estas zonas.

Casi 12 años han pasado desde que se acabó el plazo -el 19 de julio de 2012, 6 años después de que la Comisión Europea aprobara los LIC de la región biogeográfica mediterránea- y la Región de Murcia tiene todavía sin aprobar seis de los 13 Planes de Gestión Integral. El primero de los aprobados fue en el año 2015 para las más de 100.000 hectáreas protegidas del Noroeste de la Región de Murcia. En 2017 salió el de los Ríos Mula y Pliego. Dos se aprobaron en 2019, el del Mar Menor y la franja litoral mediterránea de la Región de Murcia, así como el de las Minas de la Celia y la Cueva de las Yeseras, con un especial interés, en estas dos últimas localizaciones, para los murciélagos.

«Estos espacios a proteger son nuestro seguro de vida», aseguran desde Ecologistas en Acción

En 2021 se publicó el PGI de los espacios protegidos de las Sierras de Ricote y La Navela para, en 2022, dar salida a los dos últimos: el de los espacios protegidos del Alto Guadalentín y el de los relieves y cuencas centro-orientales de la Región donde se incluye, entre otras localizaciones, la Sierra de la Pila.

Son seis los PGI que están sin aprobar. El que está más cerca de ver la luz es el del Altiplano, dado que la Comunidad resolvió las alegaciones, se firmó el informe jurídico de la Consejería y ahora se remitirá al Consejo Económico y Social, penúltimo paso antes de su aprobación por el Consejo de Gobierno. Dos de ellos, el de los Saladares del Guadalentín y el de los espacios protegidos de Sierra Espuña, están en fase de resolución de alegaciones tras el periodo de información pública. Y en tres de ellos se están elaborando los documentos técnicos: el de las Sierras de Cartagena, el de Carrascoy, El Valle, Escalona y Altahona, así como el de la costa occidental de la Región de Murcia que incluye, entre otras zonas, Cabo Cope.

Desde la Consejería de Medio Ambiente aseguran que la subdirección con competencias en planificación en materia de espacios protegidos «sigue trabajando en la tramitación de planes de gestión integral». «Se trata de procesos, que con la finalidad de tener las mayores garantías jurídicas, tienen numerosas fases de participación y aceptación, y por lo tanto de complejo desarrollo por la conciliación entre los afectados o interesados en consonancia siempre con los valores ambientales y su protección, que es lo que prima», sentencian.

Añaden, además, que la Comunidad Autónoma «está cumpliendo con los requisitos y directrices que nos marcó la UE, a quien se le informa periódicamente de los avances que vamos teniendo en el PGI. Desde 2020, tal y como nos solicitó la UE, se da cumplida información de la situación y avances al Ministerio, que es quien recopila toda la información y la envía a la UE».

El plan que está más cerca de ver la luz es el del Altiplano, que incluye las estepas de Yecla

🟢 Aprobar y cumplir

Desde Ecologistas en Acción Región Murciana recuerdan que estos PGI son importantes porque son las herramientas de gestión de esos espacios protegidos para conservar la biodiversidad: «A eso le damos una importancia tremenda. Tenemos una crisis ambiental global y las dos patas son el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. Esta es una de las medidas efectivas que tenemos para luchar contra el cambio climático. Estos espacios son nuestro seguro de vida y, de hecho, son totalmente insuficientes».

La segunda cuestión, apuntan los ecologistas, es si, cuando se aprueban los PGI, estos se cumplen. «Los aprobamos, vale, pero ¿se están cumpliendo? No se están cumpliendo. No se está cumpliendo nada», dicen.

A esto, añaden, las exigencias de la Unión Europea, que pide más espacios protegidos, además del control de los planes: «La Unión Europea es muy lista y por eso te exige objetivos. Por ejemplo, que cuando se acabe el plazo el hábitat esté mejor y se contabilicen más ejemplares de las especies. Hay algunas cosas que por rebote están haciendo, pero la mayoría está incumplido por todos sitios».

«Esos planes tienen que mandarse a Europa y tienen que revisarlos a ver si esas especies valiosas van a mejorar en el plan de vigencia. La Unión Europea quiere más tortugas moras, más saladares y más águilas perdiceras», remarcan desde Ecologistas en Acción, que piden al Gobierno regional que se ponga las pilas, que apruebe los Planes de Gestión Integral y que ponga en marcha los que están aprobados. Además, piden que no vacíen de contenidos los planes, algo que ha ocurrido en los últimos que se han publicado.

Sentencian desde Ecologistas en Acción que la Croem «mete la cuchara» en estos planes: «Los revisa la Croem antes de que se mueva un papel. La pregunta es por qué los tiene que revisar antes de que salga de la Consejería de Medio Ambiente. Tendrán que revisarlos como cualquier otro ciudadano en exposición pública».

🔴 Sin aprobar

El Valle y Carrascoy

A este PGI, entre Murcia, Alhama y Fuente Álamo, hay que sumar también Escalona y Altahona, que además de incluir una ZEPA y una ZEC, forma parte del Parque Regional 

Espacios del altiplano

Dentro de este plan tienen que agruparse las sierras de El Carche, Salinas, Buey y Serral, así como las estepas de Yecla, la ZEPA más al norte de la Región de Murcia

Saladares del guadalentín

En Totana y Alhama de Murcia están las más de 2.000 hectáreas del humedal salino en el que se encuentran estepas salinas mediterráneas consideradas de interés prioritario

Sierras de Cartagena

Desde Calblanque hasta La Muela y Cabo Tiñoso, contando con los cabezos de Roldán y del Pericón, así como las sierras de los Victorias y de la Fausilla

Sierra espuña

Contará con dos Zonas de Especial Protección para las Aves y una Zona de Especial Conservación: la propia sierra, el llano de las cabras y los barrancos de Gebas

Costa occidental

Dentro de este PGI tiene que recogerse la protección de Cabo Cope, las sierras de las Moreras y de la Almenara, así como Calnegre, Cuatro Calas y las lagunas de las Moreras

Aprobados

Noroeste

Más de 100.000 hectáreas entre las que se encuentran el Cañón de Almadenes, el río Quípar, la Sierra de la Muela, Revolcadores y los bosques de Ribera de Cañaverosa

Ríos Mula y pliego

Abarca 881,85 hectáreas distribuidas linealmente a lo largo de unos 40 kilómetros que pasan por Bullas, Mula o Las Torres e integran el Salto del Usero o Lucero

Mar Menor

Incluye la laguna y sus islas, las zonas húmedas asociadas o las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar. 31.123 hectáreas, de las que más del 90% son marinas

Minas y cuevas

Las Minas de la Celia y la Cueva de las Yeseras están situadas en Jumilla y Santomera, respectivamente. Además, tienen un alto interés para los murciélagos

Sierra de ricote y La Navela

Cerca de 9.000 hectáreas entre Ricote, Ojós, Ulea, Blanca y Mula. Entre sus accidentes, el barranco de Reconques, la rambla de Carcelín y el pico de Almeces

Alto Guadalentín

Abarca más de 32.000 hectáreas, con cuatro ZEC y con una gran ZEPA de las Sierras del Gigante-Pericay, Lomas del Buitre-Río Luchena y Sierra de la Torrecilla

Relieves y cuencas

De espacio, con cerca de 13.000 hectáreas, forman parte la Sierra de la Pila, la de Abanilla, el Río Chícamo, el humedal de Ajauque o las Lagunas de Compotéjar

Anillamiento de aves por todo el país

Con motivo de la celebración del Día Mundial de las Aves Migratorias que se celebra los segundos sábados de mayo y octubre para concienciar a la ciudadanía la necesidad de conservar las aves migratorias y sus hábitats, la Oficina de Anillamiento de la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha convocado para este domingo una jornada de puertas abiertas en 24 estaciones diferentes de toda la geografía española. 

En la Región de Murcia se realiza en la Estación de esfuerzo constante del Río Segura, localizada en el municipio de Archena junto a la senda de la acequia de Caravija, donde esta organización, junto con Anse, acercan el anillamiento científico a la ciudadanía, de la misma forma que se realiza en Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Euskadi, Extremadura, La Rioja, Madrid, Comunidad Valenciana y Navarra.

Durante esta jornada, los especialistas en ornitología colocan redes a primera hora de la mañana para poder capturar las aves y valorar su estado de salud. En este proceso se pesan los ejemplares y se recogen las medidas de las alas, y el pico, entre otras, y cuando ya se ha realizado el chequeo se coloca una anilla metálica en la pata de cada una de las aves registradas. Tras el anillamiento, se produce la suelta y se devuelve al animal a su hábitat natural.

Desde Aranzadi explican que todos los anilladores están formados en el estudio de la avifauna, han aprobado exámenes y conocen a la perfección la técnica del anillamiento científico y manipulación de aves. Esta técnica es una herramienta válida para conocer la información sobre las especies de aves y sus poblaciones, lo que permite desarrollar programas específicos de investigación y conservación. 

La importancia del agua

El programa para el medio ambiente de la Organización de Naciones Unidas (ONU) recuerda que el agua es vital para las aves, ya que dependen de este recurso y de sus hábitats coligados, es decir, lagos, ríos, arroyos, estanques, pantanos, marismas y humedales costeros para reproducirse, descansar, recargar energías durante la migración e invernar. Una necesidad que choca contra la realidad, puesto que en los últimos 50 años se han perdido el 35% de los humedales del planeta, debido a la creciente demanda humana de agua, junto con el cambio climático, la contaminación y otros factores que amenazan los valiosos ecosistemas acuáticos.

Además, el primer informe de la Convención sobre conservación de las especies migratorias de animales silvestres de la propia ONU, que se publicó este pasado mes de febrero, aseguraba que el 22% de las especies migratorias están en peligro de extinción y el 44% han disminuido su población.

Al cambio climático, la degradación de los hábitats y la contaminación, que se puede focalizar en el aumento de pesticidas que también perjudican a las poblaciones de insectos que comen algunas de estas aves, hay que añadir la caza. Una triste realidad que afecta a muchas aves migratorias como la Codorniz y la Tórtola. Hay muchos tipos de aves y la gran mayoría están perjudicadas por la situación climática o por la gestión del territorio.