Investigación

Investigan si al hombre del pozo de Jumilla lo mataron cuando ejercía de taxista 'sin papeles'

El coche de Diakina Fofana fue encontrado, días después de su desaparición, aparcado en un sitio que no era habitual, alertaron sus allegados

Los dos sospechosos de matarlo son parientes y están ya en prisión provisional

Dos detenidos por la muerte del hombre encontrado en el pozo en Jumilla

José García

Ana Lucas

Ana Lucas

Diakina Fofana, el hombre cuyo cadáver era encontrado el martes por la noche en un pozo en Jumilla, trabajaba en el campo y, además, se dedicaba a veces a hacer de taxista de forma irregular en un vehículo sin licencia para transportar pasajeros, indican fuentes cercanas a la investigación. Los especialistas de la Policía Judicial tratan de esclarecer si esta práctica le costó la vida, ya que una de las hipótesis es que lo mataron en el ejercicio de esta ocupación, detallan las mismas fuentes. Desde la Guardia Civil no confirman nada oficialmente porque el caso se encuentra bajo secreto sumarial, aunque los dos presuntos autores del crimen ya están en prisión provisional.

Los dos sospechosos de matar a Fofana (que serían parientes y tendrían 22 y 23 años respectivamente) eran conducidos este viernes al Juzgado de Guardia de la citada localidad del Altiplano, al que fueron trasladados por la Guardia Civil al cumplirse las 72 horas de los arrestos. Antes, habrían estado en calabozos separados, para evitar que se comunicasen e hipotéticamente viciasen lo que podrían declarar, apuntan fuentes próximas al caso. Tras la comparecencia, la jueza titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº1 de Jumilla, en funciones de guardia, decidía mandarlos a la cárcel a los dos: ordenaba el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, de los dos individuos, ambos de origen sudamericano y vecinos de Jumilla, a los que investiga como autores de un delito de homicidio doloso (o asesinato, la calificación puede variar). Este viernes por la noche pernoctan entre rejas.

Profesionales del Instituto Armado proceden a extraer el cuerpo del pozo de Jumilla; en la foto de la izquierda, el vecino desaparecido.

Profesionales del Instituto Armado proceden a extraer el cuerpo del pozo de Jumilla; en la foto de la izquierda, el vecino desaparecido. / La Opinión

Al menos uno de ellos habría admitido su participación en el crimen, hasta el punto que condujo a los investigadores al pozo donde dejaron a Fofana. La autopsia determinará si ya había fallecido cuando lo arrojaron al agujero o continuaba con vida.

En un caserío en ruinas

El cadáver del hombre fue trasladado el miércoles a dependencias del Instituto de Medicina Legal de Murcia, después de que lo recuperasen profesionales del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) del Instituto Armado del fondo del pozo del aljibe de un caserío en ruinas ubicado en un paraje denominado Término de Arriba, en la citada localidad de la comarca del Altiplano. Será la autopsia la que certifique de qué murió este hombre.

El coche con el que supuestamente Fofana se dedicaba a transportar gente fue encontrado, días después de la desaparición del hombre, aparcado en una calle en la que no solía dejarlo, algo que extrañó a sus amigos. Los cuales tenían claro que al vecino le había pasado algo, que no se había ido de forma voluntaria. Otro dato curioso: según aseguró un allegado de Fofana, alguien dejó en su piso (el cual compartía con compañeros) un sobre con su documentación. No saben quién, porque el sobre apareció en la puerta cuando todos ellos estaban trabajando.

A este maliense, residente en el Altiplano desde hace más de tres lustros, se le buscaba desde hace más de 50 días, después de que se le perdiese la pista al poco de regresar de su Malí natal, donde todavía viven su esposa e hijos y él había pasado unas vacaciones, tras las cuales volvió a la Región, para continuar trabajando y mandar dinero a su familia