Penitenciaría

Un preso de Campos del Río que apuñaló en el cuello a un funcionario provoca un incendio porque no le daban tabaco

La zona de aislamiento de la cárcel es desalojada porque el recluso pegó fuego a las mantas y sábanas de su celda

Ana Lucas

Ana Lucas

En enero de este año, la Audiencia Provincial de Cuenca condenaba a diez años de prisión al interno que en octubre de 2021 agredió de gravedad a un jefe de servicios de la cárcel de Cuenca, al que apuñaló en el cuello con dos cristales tras esconderse en el baño de su celda. Este recluso fue trasladado a la cárcel más grande de la Región, la de Campos del Río, y este miércoles protagonizaba un suceso al provocar un incendio, indican fuentes penitenciarias.

El sujeto, con antecedentes por agresión sexual, quebrantamiento de condena y atentado, ha tenido numerosos incidentes con funcionarios de prisiones. Este miércoles, según apuntaron las mismas fuentes, lo que hizo fue empezar a gritar que quería tabaco gratis. Como no le hacían caso, pegó fuego a las mantas y sábanas de su celda.

Como el colchón es a prueba de incendios, provocó una enorme humareda que obligó a desalojar toda la galería de internos de primer grado, donde, junto a este interno, había siete hombres.

Sin tele como castigo

Cuando fueron desalojados, algunos presos fueron llevados al patio y otros a otras galerías.

En cuanto a qué castigo le caerá a este recluso por lo que hizo, dado que ya estaba en aislamiento ahora lo penalizan retirándole el televisor, detallan las mismas fuentes.

Preguntados por este diario, desde Acaip-UGT pusieron de nuevo el acento en "la falta acuciante de personal a la que nos enfrentamos en las prisiones murcianas, como en el resto del territorio nacional, así como en la falta de medios materiales y formación; lo que no nos permite desarrollar en condiciones óptimas nuestro trabajo".

El pasado estío, funcionarios de prisiones dieron una rueda de prensa en Murcia para denunciar que viven "en un conflicto constante con la administración" desde septiembre de 2021 por el riesgo del personal y de los internos.

Aseguraron que cada 36 horas se produce una agresión en una prisión española. De entre las ocurridas en 2022, tres de ellas fueron muy graves y "los compañeros salvaron la vida de casualidad". En julio, un preso de Campos del Río intentaba cortar el cuello a un funcionario empleando para ello una lata.