La Guardia Civil está tomando declaración a los amigos del joven Álvaro, que perdía la vida al caerle encima una caseta de socorrista en El Mojón, en San Pedro del Pinatar. Algunos de ellos fueron testigos directos del accidente mortal. Y, tal y como han relatado a los investigadores, aquella madrugada ni eran una docena de personas subidas a la torre de vigilancia ni estaban haciendo un botellón en el arenal, indican fuentes cercanas al caso.

La Policía Judicial de la Guardia Civil recabe el testimonio de los presentes aquella noche para esclarecer quién tiene responsabilidad en la muerte del chico, de solo 18 años y portero de fútbol sala. Mientras que la Consejería de Emergencias y el Ayuntamiento de San Pedro aseguran que la torre estaba en condiciones y que se revisa todos los días, los expertos del Instituto Armado mantienen abierta la investigación para corroborar qué pasó.

Detalle de la caseta siniestrada, donde se observa la madera rota. IVAN URQUIZAR

Que había mucha gente encima del puesto se presupuso porque, al llegar la Policía a la playa al poco de caer la caseta, había muchos jóvenes divirtiéndose en la zona. Pero Álvaro estaba con cuatro amigos, charlando, aseguran al Cuerpo quienes han testificado.

Lo que sí es cierto, y ha podido comprobar La Opinión, es que la madera quebró. Los amigos que estaban en la playa aseguran que la torre no estaba soportando un peso excesivo. Qué tipo de sujección tenía este puesto de vigilancia en el momento de los hechos algo que ha de determinarse ahora.

Según testigos, el joven no sufrió: falleció en el acto, al recibir un impacto en la cabeza, pues quedó tendido, inconsciente. Tras el levantamiento del cadáver, el cuerpo fue llevado al Instituto de Medicina Legal, donde se le practicó la autopsia, y fue devuelto a su familia, que está destrozada. Ya han tenido lugar las exequias.

La torre siniestrada en cuestión fue revisada en la mañana del lunes, horas antes del accidente, y «no se detectó ningún problema», del cual inmediatamente habrían informado los socorristas que usaron el puesto de vigilancia, afirman desde el Ayuntamiento de San Pedro, que dirige la popular Visitación Martínez. La clave del caso está en determinar si la estructura del puesto de primeros auxilios y vigilancia, como se lee en el cartel de la torre, estaba bien sujeta al suelo o no.

Agentes de la Policía Local de San Pedro del Pinatar y efectivos de Protección Civil se desplazaron, horas después de la tragedia, al lugar del accidente, para tomar medidas de la torre y elaborar informes que se incorporarán a la investigación.

El 15 a perpetuidad

Desde la escuela deportiva Paulo Roberto lamentaron la «pérdida tan dolorosa» y dejaron claro que el chico «siempre estará entre nosotros».

De ahí que hayan tomado la decisión de honrar su memoria a perpetuidad con un gesto: «El número 15 (el que llevaba el joven en la camiseta) se retirará y solo él podrá llevarlo desde el cielo», anunciaron. «Siempre te recordaremos como el gran compañero y amigo que eres», expresaron desde la escuela, hablando del chico en presente.

Allegados del muchacho se concentraron, a pie de playa, en la misma torre donde perdió la vida, para rendirle un homenaje y recordarle.