Arresto

El ‘talibán murciano’, detenido dos meses después de salir de prisión

En diciembre terminó su condena de once años de cárcel y ahora se le relaciona con varios atracos con alunizaje perpetrados durante el escaso tiempo que lleva en libertad en todo el sureste español

Andrés Indalecio Ojeda, conocido como el ‘talibán murciano’, siendo detenido en 2009.

Andrés Indalecio Ojeda, conocido como el ‘talibán murciano’, siendo detenido en 2009. / José Hernández

Jaime Ferrán

Jaime Ferrán

Poco más de dos meses ha durado en libertad Andrés Indalecio Ojeda, más conocido como el ‘talibán murciano’, después de cumplir once años de condena en prisión. 

El miércoles era detenido en una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil por estar implicado, presuntamente, en una banda que cometía robos con alunizajes en todo el sureste español; en concreto, en las provincias de Almería, Alicante y la Región de Murcia. 

Los integrantes de este grupo criminal empotraban sus vehículos contra los escaparates de las tiendas para llevarse los objetos de valor que pudieran obtener. 

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han efectuado cuatro registros en la pedanía murciana de Aljucer, en la lorquina de Almendricos, en la ciudad de Murcia y en Archena, y han detenido a cinco personas relacionadas con estos hechos delictivos, incluido el ‘talibán murciano’, que hoy presta declaración ante el juez. 

Un hombre peligroso

En diciembre salía de la cárcel Ojeda tras pasar once años encerrado. Se trata de uno de los delincuentes más peligrosos de la Región, algo que demuestra la preocupación de las fuerzas de seguridad cuando quedó en libertad hace tan solo dos meses. En 2009 fue detenido en la pedanía lorquina de La Hoya tras haberse fugado de la cárcel Castellón I un mes antes y tras haber protagonizado una persecución al volante de un BMW 525 robado en Almería.

Indalecio Ojeda López empotró el vehículo que conducía contra una patrullera de la Guardia Civil y mostró en todo momento una fuerte resistencia ante los agentes de la Benemérita para evitar su detención. Incluso, llegó a encañonarlos con un arma de fuego que llevaba en el vehículo. 

Fue detenido en Lorca en 2019 tras escaparse de una prisión en Castellón y protagonizar una persecución

Antes ya había sido condenado en 2003 por tráfico de drogas y en 2005 por participar en el secuestro y tortura de un ciudadano magrebí en Beniel, un traficante de drogas del que sospechaban que les había robado drogas y dinero. Le golpearon, le cortaron el dedo pulgar de la mano izquierda con una navaja, le infligieron descargas eléctricas con un cable y le quemaron con una plancha en el abdomen y las piernas. Dos días después apareció atado a un árbol en un huerto.

Nacido en Casablanca (Marruecos), su apodo le viene por sus vinculaciones con una célula islamista con contactos en la Región, aunque no se ha demostrado su vinculación a grupos terroristas. Es más, fuentes penitenciarias de la cárcel de Castellón de la que escapó creen que su conversión al Islam podría tratarse de una estrategia para evitar agresiones en el centro penitenciario. Ojeda ejercía una gran influencia sobre los presos, tanta, que estos le consideraban como una especie de imán. Se rodeó de marroquíes a los que usaba para acceder a los proveedores de droga. Finalmente, una noche, junto a su compañero de celda, condenado también por participar en el secuestro de Beniel, cortaron los barrotes y se desprendieron con sábanas hasta la calle. Solo necesitaron una lima y telas atadas para formar una liana con la que conseguir alcanzar el tejado de la prisión. 

A sus espaldas cuenta con condenas por tráfico de drogas y armas, violentos asaltos a joyerías, robos de vehículos, posesión de armas y el quebrantamiento de condena.

Cuando fue llevado a declarar a los juzgados de la Ciudad del Sol tras ser atrapado en 2019, pidió a los agentes que no le taparan la cara para poder mostrarse ante todos los medios de comunicación. Fueron algunos efectivos los que decidieron cubrirse el rostro con pasamontañas, una medida infrecuente y excepcional en los tribunales de la Región.