Acusado en un caso, víctima en otro. Este fin de semana, un joven resultaba herido de madrugada al ser acuchillado en una pelea en Totana. Se da la circunstancia de que el herido es el chico que está siendo juzgado por acuchillar y casi matar a otro joven en Año Nuevo de 2019 en la misma localidad, indican fuentes cercanas al caso.

Los hechos tuvieron lugar sobre las tres de la mañana, cuando el chico, Daniel G. F., por sus propios medios, acudió al centro de salud Totana Norte, al servicio de urgencias, para pedir ayuda porque había sufrido una agresión con arma blanca. El herido, que se encontraba consciente, pero sangrando, presentaba un corte profundo en el abdomen. Losa sanitarios, ante la gravedad de las lesiones, solicitaron en el centro de salud la presencia de una unidad médica de emergencias (UME), que se movilizó rápidamente. Tras evaluarlo el facultativo, se determinó el traslado del joven al Rafael Méndez de Lorca.

El asunto se puso en conocimiento, como manda el protocolo cada vez que se presenta en un centro sanitario una persona agredida así, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La Benemérita concluyó con las pesquisas para proceder al arresto del autor del ataque: la detención tuvo lugar ayer al mediodía.

Daniel G. F., por otro lado, se enfrenta a siete años y medio de cárcel por acuchillar a otro joven, Carlos Rodrigo, de apenas 18 años en el momento del ataque. “Quería asustarlo, pero se me fue la cabeza”, declaró la semana pasada en la vista que arrancó contra él en la Audiencia Provincial de Murcia.

Lo que dijo en el juicio

“La navaja estaba en el bolsillo de mi chaqueta”, rememoró. “Me resbalé con la misma sangre que yo estaba chorreando”, recuerda que ocurrió en la puerta del pub donde se inició la bronca. Carlos echó a correr, Daniel fue tras él, lo alcanzó en un portal y lo apuñaló. “Yo lo estaba agarrando del cuello, no lo sujetaba nadie”, afirmó, con lo que exculpó a su amigo Lenin, al que subrayó que encontró en la calle después, junto a otro allegado, tras acuchillar él solo a Carlos. “No podía vivir con lo que había hecho y decidí entregarme a la Guardia Civil, y colaboré en todo momento”, sentenció el joven.

“Me dijo: ‘¿tú no sabes que yo soy de una banda de Latin King?’ Y él me rompió la cabeza con la botella con la que yo estaba bebiendo. Me rompe la cabeza, estaba entre el alcohol y la droga yo, mi persona. Se me fue la cabeza y lo apuñalé, con el alcohol y la droga se me fue la cabeza”.