La Audiencia Provincial de Murcia acogía este martes por la mañana el comienzo de la vista por la reyerta de Año Nuevo 2019 en Totana, que casi cuesta la vida a un joven de 18 años. A navajazo limpio en la calle tras una pelea en un bar, en un suceso que ahora llega a juicio y por el que el autor confeso de las cuchilladas se enfrenta a siete años y medio de cárcel. “Quería asustarlo, pero se me fue la cabeza”, declaró.

En los pasillos del Palacio de Justicia aguardaban los tres acusados: el principal es Daniel G. F., que, según la Fiscalía con la ayuda de su amigo Lenin (aunque él sostiene que lo hizo solo), asestó una decena de cuchilladas a la víctima, de nombre Carlos Rodrigo, tras perseguirlo desde un bar y por un parque hasta la calle Mayor Triana de Totana. Se da la circunstancia de que Carlos Rodrigo también va como acusado al juicio, por un delito de lesiones, ya que también atacó a su agresor: le dio con una botella en la cabeza al chico, dentro del bar. 

Daniel G. F. dijo al levantarse que se acogía a su derecho a no declarar. “Declaré en el juzgado de Totana”, apuntó. En esa declaración, Daniel apuntó que la víctima, Carlos, le había robado anteriormente. No obstante, tras decir que no declaraba, declaró: “Carlos Rodrigo unos meses atrás me quiso robar. Yo quise hacer amistad con él, pero no quiso. Me dijo que participaba en una banda de Latin King, me quiso dar un beso, nos peleamos, yo no quise pelear más y este señor me dio con una botella en la cabeza”, manifestó, a preguntas de la fiscal.

“Me dijo: ‘¿tú no sabes que yo soy de una banda de Latin King?’ Y él me rompió la cabeza con la botella con la que yo estaba bebiendo. Me rompe la cabeza, estaba entre el alcohol y la droga yo, mi persona. Se me fue la cabeza y lo apuñalé, con el alcohol y la droga se me fue la cabeza”. En concreto, dice que había tomado cocaína.

“La navaja estaba en el bolsillo de mi chaqueta”, rememoró. “Me resbalé con la misma sangre que yo estaba chorreando”, recuerda que ocurrió en la puerta del pub donde se inició la bronca. Carlos echó a correr, Daniel fue tras él, lo alcanzó en un portal y lo apuñaló. “Yo lo estaba agarrando del cuello, no lo sujetaba nadie”, afirmó, con lo que exculpó a su amigo Lenin, al que subrayó que encontró en la calle después, junto a otro allegado, tras acuchillar él solo a Carlos. “No podía vivir con lo que había hecho y decidí entregarme a la Guardia Civil, y colaboré en todo momento”, sentenció el joven.

Tras ser atacado “a botellazos” por Carlos, explica que no fue al médico porque “no tenía papeles y tenía miedo de que me reportaran. Pensaba que iban a llamar a la Guardia Civil”.

Lenin, presunto cómplica, durante el juicio L.O.

En segundo lugar declaró Lenin, que negó cualquier implicación en el acuchillamiento. Asegura que, junto a otro amigo suyo, lo que hizo fue auxiliar a Daniel tras la riña, y que le dijo que fuesen a un centro de salud, por las lesiones que el chico presentaba en la cabeza, pero este se negó. “Fui al chino, compré gasas, compré Betadine, le dije ‘cúrate un poco’ y me fui”.

Lenin no entiende por qué Carlos dice que él le estaba sujetando la cabeza mientras Daniel lo apuñalaba. “Es que no entiendo qué hago yo aquí yo”, insistió. 

En tercer lugar declaró Carlos, víctima y también procesado por las lesiones que causó a Daniel con la botella. Relató que esa noche la pelea fue porque Daniel quiso llevarse unos cubitos de hielo. “Me metió un puñetazo, luego otro, que es el que me tira al suelo. En el suelo, se abalanza encima mío y me empieza a coger del cuello. De repente miro a la derecha y vi una botella: cogí la botella, por suerte que estaba ahí, y le metí un botellazo, como pude”.“Mi amigo lo vio y me lo quitó de encima. A eso qué seguimos corriendo, me tira una botella. Yo empiezo a decirle ‘por favor, para, que estás loco’. Yo no sabía en ese momento ni cómo se llamaba”, declaró el chico. 

“Entonces vi un callejón y me metí ahí. En esa época yo no tenía móvil ni nada, volví al parque a ver si estaba mi amigo otra vez, y ahí fue cuando vinieron la Guardia, la Policía... no sé qué Cuerpo vino”. Asegura que entonces contó a la Policía que había habido una pelea.

“Nos pusimos a hablar de que se había vuelto loco... mis amigos me propusieron ir al Platea. Y ahí estábamos hablando, que se le había ido la cabeza, y tal y cual... Y al cabo de la media hora, salgo para afuera a fumarme un cigarro”, fue desgranando. Entonces, concreta, vio llegar a Daniel, por lo que echó a correr, hasta que se resguardó en un portal. Ahí le apuñaló, “pinchazo tras pinchazo”. También asevera que vio claramente a Lenin ayudando a su amigo Daniel, “sujetándome la cabeza, y yo gritando de la desesperación, pensaba que me iba a morir ahí mismo”.