Un pescador de Cudillero (Asturias) recibió una brutal paliza de unos desconocidos que posteriormente le abandonaron en un monte de Salamir. Según las fuentes consultadas, los agresores le habrían engañado haciéndose pasar por agentes de la Guardia Civil para que se bajara de su furgoneta. Esta agresión ha provocado un gran revuelo en varias localidades del occidente asturiano, donde muchos vecinos la relacionan con la presencia de desconocidos de origen colombiano, y se ha reforzado la vigilancia policial.

Los hechos ocurrieron, según los distintos relatos, el pasado miércoles. El joven dejó sus capturas del día en el puerto de Cudillero y se marchó a casa en su furgoneta. Un poco antes de llegar a su vivienda hay una curva y, al parecer, había un coche parado, normal, pero con una sirena con una luz azul, similar a la que utiliza la Guardia Civil.

Unos hombres le dieron el alto y haciéndose pasar por agentes de la Benemérita le indicaron que se bajara del vehículo. Fue entonces, y siempre según esos relatos coincidentes, cuando le taparon los ojos, le ataron las manos con unas bridas y le obligaron a subir al coche.

Las mismas fuentes explicaron que a la víctima "le robaron la cartera, las llaves y todo lo que llevaba, le dieron una brutal paliza y le dejaron abandonado en el monte. Él no sabía dónde estaba, pero como pudo consiguió llegar a la carretera y de ahí a su casa. Estaba destrozado".

El joven tuvo que ser ingresado en el Hospital Universitario San Agustín de Avilés a causa de la brutal paliza que recibió.

La noticia corrió como la pólvora en el occidente asturiano, y comenzaron los rumores sobre los motivos de la agresión. "Tuvieron que confundirlo con otra persona, porque ye un chaval muy normal, pescador y un currante de toda la vida", aseguraron fuentes próximas a la víctima.

Otras versiones relacionaron la brutal paliza con la presencia de desconocidos de origen colombiano en la zona desde hace unos meses, y el incremento de vigilancia policial a raíz de la agresión.

Los vecinos de San Esteban de Pravia (Muros de Nalón) alertaron la pasada noche del martes a la Guardia Civil sobre la presencia de tres hombres desconocidos a bordo de un vehículo realizando maniobras que resultaban sospechosas. Tanto era así que un vecino acabó por llamar al cuartel de la Benemérita para alertar de los raros movimientos del coche, en patrulla por las calles del pueblo. Además, según ha podido saber este diario, el hombre tuvo que acudir posteriormente al cuartel para ver si podía identificar a alguno de los sospechosos, que se cree que podrían estar relacionados con la agresión al joven angulero de Cudillero.

La presencia de desconocidos con acento colombiano ya se detectó el pasado mes de septiembre, unas semanas después de que aparecieran varios fardos de cocaína, primero a unas 30 millas de la costa de Luarca y posteriormente, durante varios días, en distintos lugares de la costa asturiana. Nunca se supo su origen, aunque se sospechaba que el alijo llevaba tiempo fondeado en el mar y por algún motivo se rompieron los sacos que lo contenían.

Otro vecino de San Esteban de Pravia, que también exigió anonimato, aseguró que desde que se produjo la agresión hay mucho miedo y revuelo en el pueblo. "Nadie quiere hablar, es un tema delicado", puntualizó.

Otros residentes en Muros de Nalón, Soto del Barco, Cudillero y otras localidades del occidente de la región indicaron que "en los últimos días hay controles policiales, sobre todo en las glorietas, y algunos vehículos los registran. Es evidente que están buscando algo o a alguien", resumió uno de los consultados.