El pederasta Daniel Galván, que fue detenido en Murcia a principios de agosto, se declara «inocente» y achaca la denuncia por un supuesto delito de abusos a una menor en el año 2004 en Torrevieja a «un ajuste de cuentas».

El imputado, que declaró durante hora y media ante la magistrada que instruye el caso en el Juzgado de Instrucción Número 4 de Torrevieja, considera que la denuncia efectuada por el padre de la menor es «totalmente incierta».

Tras abandonar el furgón de la Guardia Civil que lo trasladó desde la cárcel de Soto del Real (Madrid), donde se encuentra en prisión desde el pasado 6 de agosto, y flanqueado por siete agentes, el pederasta indultado erróneamente por Mohamed VI en Marruecos hizo su entrada ayer a las 10.10 horas, veinte minutos antes de la hora prevista para su declaración. Galván, aunque tapaba su rostro con unas gafas de sol y una gorra, mostraba una actitud tranquila a su llegada a los juzgados de Torrevieja.

El abogado de Galván, el murciano Manuel Maza, dijo que su cliente negó haber cometido un delito de abusos a la menor cuando ésta tenía 5 años, en sus respuestas a la juez, al fiscal y al abogado de la defensa tal y como informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).

Maza fue contundente al indicar que la denuncia responde a unos hechos «inventados» y explicó el principal argumento del imputado para defender su inocencia que, al parecer, responde a la enemistad entre éste y el padre de la menor. El letrado señaló que Galván hizo referencia en su declaración a las amenazas que sufrió por parte del padre de la menor cuando se negó a estafar a su aseguradora a petición del progenitor cuando éste golpeo su coche contra una pared.

En su declaración, el detenido no negó en ningún momento haberse quedado a solas con la niña hasta varias ocasiones pero «por un periodo corto de tiempo» y explicó que esas situaciones se debían a la relación de amistad que había entre él y su familia.

Según informó su abogado, el padre de la niña que regentaba un quiosco en Torrevieja y el imputado se conocieron cuando el progenitor quiso comprar una vivienda en el mismo edificio donde residía Galván a unos propietarios ingleses y pidió al detenido que tradujera a los vendedores «porque él sabía inglés».

Asimismo, según hizo saber ayer Maza, «no puede haber duda de la relación de amistad ya que los padres iban a hacerles consultas de distinto tipo y Galván les invitó a comer en varias ocasiones».

«Muchas contradicciones»

El letrado también quiso hacer hincapié ayer en que existen numerosas «contradicciones» en las declaraciones de los padres de la menor y criticaba que en la causa se diera por hecho que la menor «había informado a los progenitores de los abusos cuando supuestamente se produjeron». Aunque Maza tenía previsto desde un primer momento pedir el sobreseimiento del caso aclaró que «primero tengo que estudiarlo todo bien».

Los progenitores declararon el pasado viernes pero la menor que, actualmente tiene alrededor de 14 años, lo hizo el jueves ya que está tutelada desde principios de este verano por la Generalitat Valenciana y se había escapado de un centro de menores.

La declaración del pederasta Daniel Galván generó gran expectación mediática. Hasta la sede judicial de la ciudad de la sal se desplazaron un gran número de medios de comunicación de procedencia nacional, regional y local que estuvieron frente a las puertas de los juzgados desde primeras horas de la mañana para captar la entrada y salida del imputado.

A los periodistas que se concentraron se unieron algunos antiguos vecinos del barrio de Galván, que lo insultaron al entrar y salir del juzgado.