La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la pena impuesta al propietario de una empresa ganadera que injurió y amenazó a un empleado por quitarle a su amante, aunque ha reducido la distancia a la que el condenado no podrá acercarse a la víctima de estos hechos.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, señala que el Juzgado de Instrucción número Seis de Murcia condenó hace ahora un año al acusado a tres penas de diez días de multa, con una cuota diaria de seis euros, por otras tantas faltas de injurias, coacciones y amenazas, y a un mes de multa con la misma cuota, por una falta de lesiones.

El juez declaró como hechos probados que el denunciado, uno de los propietarios de la empresa "E.P.H.G.", cometió todas estas faltas como represalia porque su empleado le quitó a su amante, que también trabajaba en la misma empresa.

Uno de los incidentes por los que ha sido condenado, añade la sentencia, se produjo en presencia de otros trabajadores, cuando el acusado insultó al denunciante, "espetándole siempre que estuviere manteniendo semejante relación sentimental con esa mujer de la empresa".

Igualmente, lo amenazó de muerte por el mismo motivo, además de agredirle en otra ocasión y de perturbar su vida familiar al acudir, al menos en dos ocasiones, a las inmediaciones de su vivienda de madrugada "con ánimo de molestar, lo que hizo que se debiera avisar al servicio de bomberos de la pedanía donde vive para lograr que se ausentara del lugar".

El Juzgado lo condenó, además de al pago de las multas citadas, a la prohibición de acercamiento a menos de 150 metros de su empleado, esposa y dos hijos menores durante un tiempo total de dos años.

El condenado recurrió a la Audiencia y solicitó que esa distancia fuese reducida porque denunciante y denunciado viven en una pedanía de Murcia de escasa población y además de la explotación ganadera, que se encuentra en las afueras, posee también un almacén que está próximo al centro del núcleo urbano.

La Audiencia ha estimado esta solicitud y ha reducido esa distancia a cien metros, manteniendo el resto de la condena.