Tragedia en Valencia

Un plano y una videollamada, claves para encontrar enseres personales en el incendio de Valencia

Los residentes dibujan un plano de su casa y contactan a través de una videollamada con los bomberos, a quienes van indicando dónde encontrar sus posesiones más preciadas

Dos bomberos recuperan un juego de Lego de un parque de bomberos de una vivienda del edificio incendiado de Campanar.

Dos bomberos recuperan un juego de Lego de un parque de bomberos de una vivienda del edificio incendiado de Campanar. / PACO CALABUIG

Amparo Soria

La minuciosa tarea de encontrar los enseres personales de los afectados por el incendio del complejo residencial de Campanar (Valencia) es más que compleja. El equipo de Bomberos del Ayuntamiento de Valencia está yendo vivienda por vivienda en busca de los objetos más preciados de cada residente, a través de un proceso personalizado donde los residentes van indicando a las autoridades dónde está cada objeto que les interesaría recuperar

Así, tal como explicaron ayer a este diario, el primer paso es apuntarse en un listado de afectados para que los bomberos accedan a sus viviendas. Se indica la altura, la ubicación en planta -los numeros se derritieron por el elevado calor en algunos casos- y los propietarios e inquilinos dibujan un plano de la vivienda. Entonces, señalan a los Bomberos dónde pueden encontrar los objetos que andan buscando, más allá de que ellos, en la visita a la casa, encuentren cosas que puedan resultar de valor a los afectados tras haberlo perdido todo hace una semana. 

Una vez arriba, el bombero que se encuentra en la vivienda hace una videollamada a su compañero que está con los afectados, y van mostrando, a través de la pantalla, cómo se encuentra la vivienda y los lugares que han sido marcados en el plano para encontrar sus enseres. 

A través de la videollamada los residentes van dando pistas de dónde pueden encontrarse las cosas, y los mismos bomberos van mostrando lo que van encontrando. Así se han podido rescatar anillos, joyas valiosas, cajas fuertes, ropa, llaves, ordenadores y tabletas e incluso un juego infantil de Lego de un parque de bomberos que pudieron devolver a sus propietarios.