Fue en septiembre de 1979 cuando se estrenaba en España la película de Woody Allen ‘Manhattan’. Más de 40 años desde que pudimos ver esta historia de amor hacia una ciudad que ha sido el epicentro de muchas de las películas más recordadas.

Woody Allen la reviste de evocadora música de orquesta y una inusual fotografía en blanco y negro para ofrecernos las imágenes más poéticas de una ciudad de la que ha estado siempre enamorado. Con ‘Manhattan’, deudora de ‘Annie Hall’, compone la que para mí es su mejor película, llena de poesía, con diálogos desternillantes y con una historia en la que un atribulado contador de chistes ve desconcertado cómo la vida se le escapa, mientras él se enamora de la esposa de su mejor amigo, tiene una amante de 17 años con la que solo se entiende en la cama y su ex esposa (Meryl Streep) lo ha abandonado por otra mujer y amenaza con contar sus intimidades sexuales.

Y ese enternecedor diálogo que Allen sostiene con la grabadora contando las cosas que hacen que la vida valga la pena:

"Bueno, tengo que ser optimista. Bien, eso es, ¿por qué vale la pena vivir? Es una buena pregunta. Mmmm. Bueno, hay varias cosas que…que creo que hacen que valga la pena. Eh, ¿cuáles?…Bien, para mí,…mmm, eh, yo diría… Groucho Marx… por decir una, Willie Mays, el segundo movimiento de la Sinfonía Júpiter… y Louis Armstrong; el “Potato Head Blues”… las películas suecas, naturalmente…”La educación sentimental” de Flaubert, Marlon Brando, Frank Sinatra, las increíbles manzanas y peras de Cézanne… los cangrejos de Sam Wo’s… ¡Ah! y su cara, la cara de Tracy… como olvidarme de su cara"…