Opinión

Mª Ángeles García Peñalver

Día de la enfermería ‘escolar’

Actualmente, la Región de Murcia cuenta con un programa experimental que dota del recurso de una enfermera por necesidad de escolarización de niños con patologías o enfermedades crónicas que requieren atención sanitaria especializada en el horario escolar

L.O.

L.O.

El pasado domingo día 12 de mayo fue el Día Internacional de la Enfermería. Sin intención de sentar cátedra, ni siquiera de representar a este colectivo esencial del que no formo parte, mucho se puede decir de la situación actual de esta profesión en nuestro país y en nuestra Región. Bueno y menos bueno. Bueno sobre su papel fundamental en el cuidado de la salud o su incuestionable valor social. Y menos bueno, como puede ser el déficit de este personal en el Sistema Nacional de Salud, el intrusismo, la falta de estabilidad laboral o la falta de implantación en determinados sectores, como es el caso en el ámbito escolar.

Llevamos tiempo hablando de la enfermería escolar, figura que se reclama desde todos los foros internacionales como muy valiosa para promover los entornos de salud y la promoción de la salud en la escuela, donde estas acciones pueden resultar significativas. Pensemos que la escuela posibilita el acceso a toda la población infantil en un entorno de aprendizaje al establecimiento de hábitos saludables desde la infancia.

Hay otra función fundamental que se hace posible con una enfermera o enfermero en los centros educativos. Es la atención a las emergencias médicas y a los niños y niñas con necesidades médicas permanentes o crónicas durante el horario escolar.

Actualmente, la Región de Murcia cuenta con un programa experimental que dota del recurso de una enfermera por necesidad de escolarización de niños con patologías o enfermedades crónicas que requieren atención sanitaria especializada en el horario escolar. 

Pero este programa resulta insuficiente y se producen situaciones en las que se está obligando a realizar maniobras y atenciones prácticas claramente sanitarias por personal no sanitario, con el gravísimo riesgo para la salud de los menores más vulnerables. Sin olvidar la responsabilidad de la Administración en cuanto a protección de los menores como servicio público que es. CCOO ha denunciado estas prácticas intrusivas y la Justicia en sentencia emitida el 27 de febrero de 2024 así lo ha reconocido.

Los problemas y las dificultades son frecuentes. Hace unos días, en Lorca, se puso en jaque a una familia y a un centro a raíz de la baja de la enfermera del centro. Las gestiones urgentes de la Dirección del centro para solucionar el problema y posibilitar que el alumno pudiera asistir al colegio fueron respondidas por la inspección de Educación, advirtiendo al personal que atiende al alumnado con necesidades educativas especiales, los auxiliares educativos, con un expediente disciplinario si no sustituían las tareas de la enfermera. Es negligente que se obligue a realizar manipulaciones sanitarias a un personal que no tiene ninguna formación sanitaria o que se le advierta con sanciones por negarse a asumir una imprudencia. No existe autorización familiar para tales acciones ni un aprendizaje previo.

Es una desgracia que ocurra esto con tanta frecuencia en nuestra sociedad, aparentemente desarrollada y avanzada, y nos debe hacer reflexionar sobre la forma de actuar de determinados profesionales, sobre todo si en el coctel sumamos salud, menores y administración.

Es urgente una planificación y coordinación adecuada entre Consejería de Educación y Servicio Murciano de Salud que ponga solución a los actuales problemas que soportan la escuela, los menores con necesidades de atención sanitaria y sus familias para posibilitar una escolarización real.

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