Opinión | El blog del funcionario

Elecciones europeas: las más importantes y las que menos importan

Sería bueno que la clase política española en general y murciana en particular, se dedicaran, tras estos días de éxtasis religioso y festero, a hacer algo de pedagogía con la importancia de las elecciones europeas para nuestras vidas

Sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo. / EFE / Sergio Hernández

En abril, unos dos millones de personas que residen en el País Vasco están llamados a las urnas. Unas elecciones que servirán de punto de inflexión si se produjera un cambio radical en el Parlamento Vasco, y es que, por primera vez, Bildu podría ganar unas elecciones, aunque es mucho más difícil que alcance la mayoría suficiente para poder gobernar, y, por lo tanto, el PNV dependerá de los socialistas vascos y de Pedro Sánchez.

En mayo le toca el turno a casi seis millones de catalanes (5.754.840) ir a votar, como manda la Constitución, en un escenario encharcado y embarrado, y donde Salvador Illa se podría consagrar como el único capaz de tender puentes entre el independentismo y una constitución flexible, lo que podría ser un torpedo en la línea de flotación de las esperanzas de Feijóo y Abascal de conseguir el ansiado adelanto electoral.

En ambas comunidades autónomas históricas, lo que está en juego es muy importante, pero no crucial para el futuro de España, y es que donde realmente se jugará el papel de España en los próximos años será el 9 de junio, cuando tengamos que elegir a nuestros eurodiputados, pero, curiosamente, las elecciones más importantes para los más de cuarenta y siete millones de españoles y españolas, son las que menos parecen importarnos.

El 9 de junio, día de la Región en Murcia y La Rioja, estamos llamados a las urnas para elegir a un parlamento que se convertirá en juez y parte de la inmensidad de las políticas públicas que nos afectará a la gran mayoría, desde los agricultores a los autónomos, desde la PAC a los Fondos Next Generation, desde el Mar Menor al Sistema Ferroviario, desde el transporte público al modelo de coche que usaremos -eléctrico, híbrido, gas, gasoil o gasolina-, por decidir, decidirán hasta la calidad del aire que respiraremos.

Todo pasará por Bruselas y sus instituciones; Banco Central Europeo, Banco Europeo de Inversiones, etc, incluido el Tribunal de Justicia Europeo que tantos disgustos sigue dando a la justicia española. La financiación, la transparencia y la rendición de cuentas serán sus bazas, y aquí no valen atajos ni padrinos, ni tampoco jueces amigos, y mucho menos echarle la culpa a la Moncloa.

Sería bueno que la clase política española en general y murciana en particular, se dedicaran, tras estos días de éxtasis religioso y festero, a hacer algo de pedagogía con la importancia de las elecciones europeas para nuestras vidas.

Si optamos por seguir hablando de Bildu, de Puigdemont, de la extrema derecha o incluso de la amnistía, estaremos apostando por seguir llorando por las esquinas, jugando a ser víctimas para no reconocer nuestras limitaciones, pero lo más grave, es que seguiremos siendo una sociedad tutelada mientras nos divertimos montándonos en cuadrigas, como si estuviéramos en un recreo permanente.

El 9J se decidirá nuestro modelo productivo, económico y social, en definitiva, nuestro propio modelo de vida. ¿Siguen pensando que las elecciones europeas no son tan importantes?

Suscríbete para seguir leyendo