Superar las siglas

Ya tenemos la solución para el PSOE, tras lo de Galicia: «Consolidar liderazgos autonómicos que trasciendan las siglas del partido». Es la fórmula de Pedro Sánchez dictada en la reunión de su ejecutiva del pasado lunes. O sea, terminar de acabar con el partido. 

El PSOE es una marca muy potente, gracias a la cual Sánchez es presidente del Gobierno. Si esas siglas están en horas bajas es precisamente porque el liderazgo de Sánchez las ha torturado hasta el extremo. Pero que pruebe a presentarse de nuevo a unas elecciones sin ellas, a ver quién lo vota. 

Aparte de que establecer liderazgos regionales a dedo desde la sede de Ferraz no parece la mejor fórmula, como se ha constatado en Galicia con Besteiro. O en el País Valenciano, donde se ha dado una apariencia democrática por forzada incomparecencia de rival al desembarco en la secretaría general de Diana Morant, al parecer ministra de Ciencia y Universidades, cuya consolidación tendrá que producirse durante los fines de semana y fiestas de guardar. 

En realidad, de entre los actuales barones del PSOE el único con liderazgo propio, arraigado y con éxito es García-Page y desde el Gobierno socialista se le ha ubicado en ‘la periferia del partido’. ¿En qué quedamos?

¿Cómo crear liderazgos autonómicos fuertes si son designados desde Ferraz y pastoreados por el secretario de Organización, Santos Cerdán? ¿Y cómo podrían trascender a las siglas del partido si éste sólo los convalida si se atienen a la disciplina estricta a la política variable de la Moncloa?

A Sánchez, que recuperó el liderazgo del PSOE gracias a los militantes, ahora le sobra el partido. Con la convocatoria de las elecciones generales aplacó cualquier movimiento crítico derivado del batacazo de las municipales y autonómicas que se llevó por delante a líderes regionales fuertes como Vara, Ximo Puig o Armengol, a los que ha recolocado. Y tras Galicia, pretexta la falta de referentes autonómicos capaces, dándose una prórroga hasta las europeas. 

El solar que va quedando para el PSOE en las autonomías es consecuencia de la propia huida hacia adelante de Sánchez, en la que va dejando atrás tierra quemada. Incluidas las siglas.

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