El Prisma

¿Negoció el PP con los independentistas catalanes? / El lío de Montepío

Resulta muy poco convincente achacar a dieciséis medios una trampa saducea o conspiración en la sombra para desprestigiar al PP y minar su potencia social y electoral, como vino a afirmar el dilecto portavoz de Feijóo, Miguel Tellado

Alberto Núñez Feijóo

Alberto Núñez Feijóo / Cabalar - EFE

J. L. Vidal Coy

J. L. Vidal Coy

Si el asunto no fuera tan serio, sería para tomárselo a chacota. Pero pasa como aquello de José Carlos de Luna dedicado a Rafael Flores Nieto, El Piyayo: «¡A chufla lo toma la gente/ y a mí me da pena/ y me causa un respeto imponente!». Aunque, bien pensado, después de los renuncios sobre su disposición a indultar a Puigdemont «si se dan las condiciones», lo que menos inspira el actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, es respeto.

Va a resultar que el presidente Sánchez es un dechado de coherencia y mantenimiento de palabra comparado con el último avatar verbal del (todavía) líder del principal partido de oposición. El PP fue quien introdujo, obrando por su interés propio, el asunto de la amnistía en la campaña electoral de Galicia, que los votantes dilucidan este domingo.

Hete aquí que ese mismo partido decidió, por boca indirecta de su líder máximo, darse un tiro en el pie, convocando a dieciséis medios, dieciséis – diez más que en los toros–, a explicarles ‘off the record’ cuál era la verdad de la buena sobre su postura sobre un posible indulto al fugado de Waterloo y su cohorte.

Desde ahí, con la verdad de la buena publicada, todo fueron despropósitos. Resulta muy poco convincente achacar a los dieciséis en su conjunto una trampa saducea o conspiración en la sombra para desprestigiar al PP y minar su potencia social y electoral, como vino a afirmar el dilecto portavoz de Feijóo, Miguel Tellado.

O sea, OKDiario y El País colaboran con otros catorce para minar al PP. ¡Vamos, anda!, por decirlo coloquialmente. Resulta también que lo que hay que creer son las retroafirmaciones del líder Feijóo sobre que «nunca, nunca, nunca» su partido concederá indulto o amnistía a los de Waterloo y adláteres. Ciertamente, suena a aquello tan bonito de Rajoy: «todo es falso, salvo alguna cosa».

Cuando la crisis de los misiles nucleares soviéticos en Cuba de 1962, el chiste cubano habitual era «lo bueno que tiene esto es lo malo que se está poniendo». Léase: a peor es imposible que vaya. No sería de extrañar que ese chascarrillo o similar hubiese circulado ahora por los pasillos y ascensores de Génova 13.

Nada está perdido. El PP, al cabo, tiene suerte: las negligencias del ministro Grande-Marlaska en el Estrecho le brindan en bandeja la cortina de humo para tapar las torpezas de la dirección popular; a falta improbable de que alguien asuma responsabilidades por la convocatoria sotto voce a esos dieciséis medios para explicarles la verdad de la buena.

Habría que ver, no obstante, la cara de algunos o muchos de los manifestantes dominicales convocados por Feijóo contra cualquier mínima contemporización con Puchi y sus muchachos. Cara de muy listos no se les debe haber quedado. Es este el Lío del Montepío que se han montado ellos solitos los egregios estrategas genoveses.

Las cosas, claras. Feijóo no miente, solo dice palabrita del niño jesús. Sánchez, tampoco, solo cambia de opinión. Ambos actúan según las circunstancias. Lo inamovible, al parecer, de la derecha es que la democracia está asediada por los violentos separatistas, terroristas en mayor o menor grado. Lo dicho: el Lío del Montepío.

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