La Feliz Gobernación

La crisis capital

Cabe sospechar que las razones de la renuncia de Enrique Lorca como concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Murcia son políticas y muy políticas

El portavoz del Grupo Socialista, Enrique Lorca, durante una sesión plenaria

El portavoz del Grupo Socialista, Enrique Lorca, durante una sesión plenaria

Ángel Montiel

Ángel Montiel

El PSOE perdió las elecciones en el municipio de Murcia con peores resultados de los que tenía en el anterior mandato, tras dos años de gobierno en coalición con Cs para lo que se impusieron ambos, con la colaboración de Podemos, al partido más votado, el PP, que resucitó en el poder con una mayoría absoluta de la que antes no disponía. Esto es más grave que haberlas perdido sin la experiencia de gobierno, pues significa que la alternativa no solo no convenció a los ciudadanos sino que éstos la rechazaron con más expresiva determinación que cuando no gobernaban.

Es, pues, normal, que aflore una crisis tanto en el grupo municipal como en la organización del partido. Lo contrario resultaría de un conformismo inexplicable. El exalcalde José Antonio Serrano tardó más de la cuenta en renunciar a sus responsabilidades en ambos órganos, y ahora lo ha hecho Enrique Lorca, quien mantenía la función de portavoz municipal.

En este caso, el trámite se ha cumplido por «razones familiares y personales», y envuelto en los elogios de Pepe Vélez, secretario regional de su partido. Pero sobre ese formulismo convencional cabe sospechar que las razones de la renuncia de Lorca son políticas y muy políticas

Primero, porque el grupo municipal socialista en Murcia ha sufrido, antes de gobernar, mientras gobernaba y después de gobernar constantes injerencias de la dirección regional. Segundo, porque Lorca ha venido siendo ninguneado por la cúpula del PSOE desde el minuto uno, y tercero, porque legítimamente albergaría la esperanza de que le suministraran apoyos para dirigir el partido en el ámbito local, en correspondencia con el duro trabajo que le correspondía desarrollar como jefe de la oposición a un gobierno del PP con mayoría absoluta.

Sin embargo, es claro que Vélez apuesta por la concejala Carmen Fructuoso para esa función, de modo que Lorca tenía poco que hacer como opción de futuro. A casa, y ahí os quedáis. Eso sí, con elegancia. Pero no es así como se resuelven crisis de esta envergadura.  

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