Noticias del Antropoceno

Familia, poder y mucho sexo en la Roma clásica

Dionisio Escarabajal

Dionisio Escarabajal

Ninguna civilización pasada tiene tanto ascendente en nuestra vida actual como la romana. Y no es solo que los restos de sus calzadas, de sus acueductos o incluso de sus locales públicos como teatros o anfiteatros sigan puntuando el paisaje urbano de nuestras ciudades actuales (véanse los restos romanos desenterrados y conservados en nuestra Cartagena), sino que el Derecho Romano sigue estudiándose en nuestras universidades y muchas naciones siguen hablando variedades dialectales del latín, como el español, portugués, francés, italiano, catalán o rumano. Una pena que se haya suprimido el estudio de la cultura romana, unida a un somero aprendizaje del latín, en nuestros institutos. 

Y aunque hay películas de egipcios y babilonios, o de la antigua Grecia o china, su cantidad y variedad no es en absoluto comparable al que puede considerarse todo un género cinematográfico por méritos propios: el peplum, o vulgarmente conocidas como películas de romanos. Probablemente fue en estas películas donde los niños de barrio como yo despertamos a nuestras primeras inquietudes sexuales, estimuladas por esos vestidos vaporosos que apenas disimulaban las sensuales turgencias de las actrices que interpretaban a la variopinta caterva de macizas imperiales, o sus sirvientas que, para el caso, estaban tan de buen ver o más que sus señoras.

Y es que el mundo romano ha contado siempre con los elementos que conforman un gran espectáculo o una gran intriga. Y no solamente ha sido el cine, con sus espléndidas realizaciones como Quo Vadis o Espartaco, o Golfus de Roma por citar una variación cómica del género, sino también con obras maestras para la televisión como Yo Claudio o la recientemente estrenada en Movistar+ con el título de Domina, una excelente precuela de Yo Claudio. Oportunísima precuela, porque todos nos quedamos intrigados al ver la historia que se desarrolla en el reinado del emperador Augusto preguntándonos sobre la historia de Livia Claudia, la gran manipuladora y envenenadora recalcitrante que dio soporte al emperador dios y cuyas artimañas dieron lugar a los años más turbulentos del imperio recién establecido.

No te pierdas la serie Domina ni tampoco Roma, en HBO, otra espléndida producción que refleja brillantemente esta misma época de transición de la República al reluctante imperio.

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