La Feliz Gobernación

López Miras se cayó del burro

El pacto de Gobierno no puede ser más desangelado, incluso desabrido

López Miras, saludando a miembros del Grupo Vox en la Asamblea.

López Miras, saludando a miembros del Grupo Vox en la Asamblea. / Iván J. Urquízar

Ángel Montiel

Ángel Montiel

Por la mañana, Vox tumba en la Diputación Permanente de la Asamblea la prórroga de la moratoria urbanística para el Mar Menor decretada por el Gobierno del PP. Y a las pocas horas, el presidente de ese Gobierno llama por fin al líder regional de Vox para ofrecerle entrar en el Ejecutivo.

Habrá que convenir en que no es normal que se invite a entrar al Gobierno a quienes están contra la política del Gobierno, y lo están de manera tan resolutiva y efectiva.

Pero todo sea por no repetir las elecciones. Al fin, López Miras se ha caído del burro al que se subió en la noche del 28M. «Gobernaré en solitario», ha venido diciendo desde entonces hasta anteayer. Pues no, porque no se puede. Los votos no se regalan. Ni se prestan. Ni se ponen en alcanfor. Que se lo pregunten a Feijóo.

Pero el pacto de Gobierno no puede ser más desangelado, incluso desabrido. El comunicado conjunto ofrece como titular: «PP y Vox alcanzan un acuerdo para evitar la repetición electoral». O sea, no hay amor, entusiasmo, propósito de convivencia; es más, los aspectos programáticos ni siquiera están establecidos. No es un acuerdo en positivo, para lograr algo, sino en negativo, para evitar el disparate de un segunda vuelta electoral. Dos cabalgan juntos, pero por obligación, sin empatía, con un proyecto indefinido.

Vox ha aceptado una consejería extrañísima: Seguridad, Interior (competencias del Gobierno central, o sea, un chiringuito) y Emergencias (el marrón de las DANA, los incendios, las inundaciones y las huelgas de los bomberos, una cosa para currar, sin matices ideológicos) más Fomento, la consejería más inversora que no tiene un euro para invertir, y véase la coherencia: la que ha elaborado el decreto de moratoria urbanística que ayer se cargaron los que ahora la van a dirigir.

López Miras ha tragado, aunque Vox ha tragado más. Querían Agricultura y Mar Menor, pero la pieza voló. Han entrado al Gobierno, pero sólo para figurar. El triunfo de Vox al llevarle la mano a López Miras es el principio de su final. Adiós Vox.

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