El prisma

El peligro de la abstención

Pablo Molina

Pablo Molina

 Tengo para mí que, al contrario de lo que aseguran las empresas demoscópicas, son muy pocas las personas que cambian su voto de un partido a otro. No creo que haya un porcentaje significativo de votantes socialistas que se pasen al PP y viceversa. Esos movimientos marginales de voto no tienen la suficiente entidad para dar un vuelco electoral; la abstención, en cambio, sí.

Las victorias aplastantes se dan, fundamentalmente, porque los votantes de un partido se abstienen y los del contrario van a las urnas en masa. Es lo normal, además. Alguien que votara a Sánchez en 2019 probablemente se vaya a la playa el 23-J como señal de rechazo, pero lo que no va a hacer es votar a Feijóo. La decisión trascendental, por tanto, no es a quién votar, sino si vamos a ir a votar o no.