Apuntes del natural

De dineros y 'garrofas'

Enrique Nieto

Enrique Nieto

Apegos. Dos mujeres han salido a andar por la Mota del río, en Murcia ciudad. Una de ellas habla sin parar y me llama mucho la atención el extenso vocabulario que maneja sin ningún balbuceo o duda de qué palabra utilizar, aunque ya es algo mayor. Se le nota que es culta. Está contando la dura experiencia personal que ha pasado. Vendió su casa porque su marido necesitaba el dinero para invertirlo en su empresa que iba bastante mal. Aun así, la empresa se fue a pique. Ante este panorama, la otra mujer se lamenta de que haya perdido su casa, y la primera, con una voz muy clara, le dice: «A mí no me ha importado nada. No hay que tener apego a las cosas. Es a las personas a las que debemos tomarles cariño».

Solo dinero. Me entero por la prensa especializada (70 céntimos, los viernes, con este periódico) que la nieta de Ana Obregón heredará 30 millones de euros cuando la presentadora muera. Aunque esta noticia me tranquiliza un poco, sigo preocupado por la chiquilla. Tendrá dinero, pero, ¿quién le va a dar afecto?, sin hermanos, madre, padre, abuelos, etc.

Cárceles. Un hombre a otros dos, en la terraza de un bar: «En Cartagena, van a derribar el pabellón de la cárcel vieja. Ya podían haber hecho lo mismo que con la de Murcia, que se ha quedado de cine, la han dedicado a la Cultura, y están haciendo unas exposiciones buenísimas». Otro de ellos dice: «Yo he estado en esa cárcel de Cartagena varias veces». Los otros se asombran y preguntan, cuándo, por qué,. «No os asustéis. Iba a examinar a presos que estaban estudiando matriculados oficialmente, pero a distancia, claro», explica, y añade que era jefe de estudios de un instituto y que le correspondió a él ir a examinarlos. (Este ‘él’, soy yo).

Pide un alto el fuego. Una persona humana le está diciendo a otra lo siguiente, tomando café en la ventana de un pequeño bar: «No lo puedo soportar más. No aguanto a más políticos largando contra los de otros partidos, no puedo aceptar que nos estén tomando por idiotas y nos traten como a tales intentando hacernos creer que la realidad es como ellos la pintan. Hay que desconectarse hasta que pasen las elecciones. Después ya intentaremos hacerles más caso por si dicen algo que tenga interés para nosotros».

Es muy poco dinero. El martes estuve en una tertulia radiofónica en la que se entrevistó al presidente del Banco de Alimentos, José García-Galbis. Por lo que dijo, creo que es necesario que los ciudadanos de la Región de Murcia sepamos más de esta institución. Por ejemplo, solo un ayuntamiento les da una subvención, y es de 50.000 euros. La misma que les entrega la Comunidad Autónoma. Ellos reciben dinero y alimentos del gobierno central, de Europa y de empresas que colaboran, pero a veces sus almacenes se quedan casi vacíos por falta de fondos. Es increíble que se les done tan poco y que lo hagan tan pocas instituciones teniendo en cuenta la magnífica y necesaria labor que llevan a cabo, pues no solo entregan ellos los alimentos a los que los solicitan, sino que también se los proporcionan a Cáritas y a otras entidades que los reparten.

Importantes. Me interesó mucho todo lo que se dijo, pero destacaré solo tres cuestiones: los voluntarios con los que cuentan para trabajar en el Banco de Alimentos son sobre todo gente mayor, jubilados que pueden dedicar tiempo a esta labor. Hago desde aquí una llamada a los jóvenes que puedan y quieran dedicar unas horas a la semana a echar una mano. Hay quien opina que, en vez de los alimentos en especie que se les da a los necesitados, se deberían entregar unas tarjetas dotadas con dinero para que ellos vayan a los supermercados y hagan sus compras sin necesidad de ir a hacer cola al Banco. Y también llama la atención que, según dijo García-Galbis, cada vez son más los que, teniendo un empleo, van a pedir alimentos porque con los sueldos que ganan no pueden hacer frente a la subida de los precios que se está produciendo.

Para matar el hambre. Parece ser que los algarrobos vuelven a considerarse buen negocio. ¿Cuántos habrán talado en esta Región en los últimos sesenta años? Algunos recordamos que había un montón y que las ‘garrofas’ no estaban mal cuando acabábamos el colegio y nos íbamos a cogerlas y nos las comíamos (sabor a chocolate ) antes de volver a nuestras casas, ‘con más hambre que un maestro de escuela’.

Series y películas

Series y películas

Series y películas / Enrique Nieto

En la tele, sigo viendo la serie Babylon Berlin. Insisto en recomendarla si no la han visto ustedes. Se disfruta. De películas, esta semana he visto Almas en pena en Inisherin. En pocas palabras: el ambiente genial, Colin Farrell hace un recital de actuación, interesan algunos detalles de la situación que plantea, con los habitantes de una isla de Irlanda que no le hacen caso a la guerra civil que está ocurriendo en ese momento en su país y de la que se oyen los cañonazos. Pero la película es un tostón, al menos, para mí lo ha sido.

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