Así lo veo

TSJRM, exceso de sensibilidad

Pasqual del Riquelme.

Pasqual del Riquelme. / Juan Carlos Caval

Pity Alarcón

Pity Alarcón

Aunque los protagonistas hayan procurado pasar por el tema como de tapadillo, aunque unos y otros hayan intentado, públicamente, no darle mucha importancia a lo ocurrido, lo cierto es que, como no podíaser de otra manera, los medios de comunicación; La Opinión, pongamos por caso, se hacían eco de lo que podríamos calificar como «suceso extraño».

Nos estamos refiriendo a lo ocurrido la pasada semana en esta Región, cuando saltaba la noticia, un tanto sorprendente, de que el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia; y a la cabeza su presidente Miguel Pasqual del Riquelme, prohibían, o no autorizaban, da igual, la presentación de la segunda fase de esta sede judicial que aloja tanto al Tribunal Superior de Justicia de Murcia, como a la Audiencia, y que se anunciaba desde la secretaria de Estado del Ministerio de Justicia.

Acto que contaría con la presencia del titular de ese departamento, Tontxu Rodríguez, y que tuvo que ser trasladado de sede a la Delegación del Gobierno en la Región, tras el acuerdo hecho publico por el TSJRM donde la Sala de Gobierno del tribunal criticaba que Rodríguez acordara, unilateralmente, la presentación de la segunda fase de la Ciudad de la Justicia de Murcia, tildándolo de «injerencia» y «uniteralidad», a la hora de organizar el acontecimiento. Porque, al parecer, el señor Pasqual del Riquelme, notó a faltar algunas formalidades protocolarias, al ser notificado con apenas una semana de antelación de que tendría lugar un acto en su sede judicial, mediante un correo electrónico en el que se le informaba que «Con motivo de la visita del secretario de Estado de Justicia a la Región de Murcia, nos complacería contar con su presencia en el acto de presentación de la fase II de la Ciudad de la Justicia de Murcia».

Al día siguiente, el presidente de este órgano judicial de la Región de Murcia, junto a la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia, vetó el acontecimiento y pidió amparo al Consejo General del Poder Judicial acusando a Rodríguez de «injerencia indebida» al «estatuto de autogobierno del Poder Judicial».

Como quiera que la noticia nos pareció muy extraña (es lícito preguntarse acerca de si se hubiese actuado igual con otro color político en ese Ministerio), buscamos la opinión de una respetada jurista que nos vino a decir que, quizás, las formas de la secretaria de Estado no fuesen las correctas. Que posiblemente faltó comunicación entre ambos organismos. Que se intuía que no había habido las correspondientes llamadas telefónicas entre unos y otros. Que al secretario de Estado le había sobrado una cierta falta de consideración hacia el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Murcia y que, posiblemente también (esto lo digo yo), el señor Pasqual del Riquelme haya hecho ostentación de una piel muy fina a la hora de calibrar ciertas actitudes, de Tontxu Rodríguez, el secretario de Estado del Ministerio de Justicia, que quizás no fue llamado por el camino de la diplomacia, pero su torpeza, que al parecer existió, no puede justificar, de ninguna de las maneras, el desplante sin sentido de la sala de Gobierno del TSJ de esta Región, cuando se recordaba una inversión de 27 millones de euros y según el señor Pasqual del Riquelme, «nunca ha habido tanta inversión».

Por mucho que el señor Pasqual del Riquelme diga cosas como que «el tema está resuelto y no hay problema alguno», porque, según él, «no me consta molestia alguna» por parte del secretario de Estado de Justicia, lo cierto es que el escrito de la Sala del TSJRM no solo ha podido molestar al secretario de Estado de Justicia, es que ha extrañado a muchos ciudadanos que no pueden comprender ciertas «sensibilidades», tan a flor de piel, cuando se ocupa un puesto de tan alta responsabilidad.

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