Mamá está que se sale

Dani Alves y una pobre chica

Dani Alves.

Dani Alves. / EP

Elena Pajares

Elena Pajares

A estas alturas ya sabe toda España quién es Dani Alves, y no por haber sido jugador del FC Barcelona. Yo también flipé cuando oí que le habían detenido por violación. Qué horror.

Las primeras noticias ya me parecieron demoledoras. Por un lado, la denuncia parecía muy compacta, y ya eso tiene mala pinta. Pero las versiones contradictorias de él, incluido un vídeo negando la mayor, para después decir lo contrario, me pareció sencillamente patético. Y desde luego difícil de remediar a nivel procesal.

Ahora ya da igual, pero habría sido interesante que alguien le hubiera advertido de que el proceso penal está integrado por una serie de actos procesales que avanzan sin remedio, y que cada prueba, declaración o indicio que aportas, una vez entra en la causa, ya no se puede sacar de ahí. Es elemental, si eres el acusado, no dejar que entre nada que te pueda perjudicar.

Podría haberse negado a declarar. No pasa nada y no va en tu contra. Ir cambiando de versión es, con diferencia, lo peor. Más si la versión de la acusación es siempre la misma. Quizá quien entonces se encargó de su defensa trató de explicárselo, pero todos sabemos lo difícil que es reconducir a un cliente cabezota, más aún presa del pánico

Hombre, también es verdad que, si no hubiera declarado, con la contundencia de la denuncia, la falta de arraigo de él aquí en España, y la cantidad de pasta que le permite salir por patas en cualquier momento, desde luego se va al calabozo de cabeza. En fin. No es para tomarlo a risa ni mucho menos, pero viendo la noticia, le comentaba a mi marido lo felices que deberían de estar los otros presos, de tener a Dani Alves comiendo con ellos. Vaya tela. O como decía aquella telenovela, los ricos también lloran.

Es la personificación de lo que decía el juez Emilio Calatayud, eso de que cuando un adolescente deja los estudios y empieza a ganar dinero a mansalva, se convierte en una bomba de relojería. Puede pasar cualquier cosa.

En un foro de abogados comentaban si le convendría aceptar una pena de conformidad y evitar el juicio. Pero tiene que estar conforme la víctima, así que tampoco es fácil a priori. Otros hablaban de aplicar la atenuante de consumo de alcohol. Me pareció muy interesante, si no fuera porque hay un problema de prueba si no aportas un análisis que lo acredite. Cachis.

Pero lo que más me llamó la atención fueron las consideraciones sobre la responsabilidad civil. Por lo visto, la chica ha renunciado a percibirla «por si alguien no la cree pensando en que quiere dinero». Una consideración que me da una pena tremenda y que su solo planteamiento me parece una ofensa a la dignidad colectiva.

Pero más pena da ver que la chica no va desencaminada, porque he llegado a escuchar, y a leer, que si renuncia a la indemnización es porque sabe que en un plató le darán más. Hay gente que definitivamente tiene que ir al médico y pedir un ingreso permanente en algún centro de desintoxicación de machismo de cromañón. Miré a ver si seguía en LinkedIn, o me había desviado a un sitio web extraño, y para mi horror, no me había movido del sitio. Hay gente aparentemente normal que piensa que la chica quiere arruinarle la vida a Dani Alves para que le den ¿cuánto dinero? Madre mía.

Así que, qué quieres que te diga. El caso es noticia porque esta vez el presunto autor es Dani Alves, y podemos seguir el caso en stéreo. Por lo demás, es triste que cada vez que un animal se propase, una chica sea puesta en duda.

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