Murcia D.F.

Gobierno sordo, vecinos ciegos

El plan de movilidad inicia una semana crucial con falta de información por parte del Ayuntamiento capitalino y con ausencia de reflexión ciudadana

Una de las manifestaciones de los colectivos contrarios al plan de movilidad del Ayuntamiento de Murcia

Una de las manifestaciones de los colectivos contrarios al plan de movilidad del Ayuntamiento de Murcia / Juan Carlos Caval

Lola García

Lola García

Parece que el Ayuntamiento, el polémico plan de movilidad que hoy inicia las obras más complicadas en el Carmen, Floridablanca y la Redonda, y los movimientos ciudadanos están interpretando la comedia de finales de los 80 No me chilles que no te veo, una película, la municipal, que ha entrado en un callejón sin salida y que tiene un difícil desenlace.

Ambas partes han contribuido a que no se haya podido llegar a un punto de encuentro y de entendimiento, aunque el responsable mayor en este culebrón es el Gobierno local, que se ha mostrado sordo ante unas reivindicaciones vecinales cuyos protagonistas han pecado de cierta ceguera, ya que el objetivo último de los proyectos a ejecutar es la reducción del tráfico y de la Murcia cochista y la mejora de la calidad medioambiental de los barrios.

La última tecnología puesta en marcha por el Consistorio desde hace una semana con las que se puede seguir los niveles de polución han indicado que el Carmen, entre otras zonas, es un punto negrísimo en cuanto a sustancias contaminantes asociadas al uso del coche privado y los combustibles fósiles. Así, en horas punta, el nuevo sistema de control estrenado ha revelado que se dispara la toxicidad y la calidad del aire es desfavorable.

Este detalle debiera hacer reflexionar a los residentes de que respiran veneno a diario durante distintas horas del día, una comprensión y un argumento que concejales defienden en las redes sociales y en comparecencias públicas, pero que no entonan el mea culpa a la hora de analizar el rechazo en su totalidad.

Uno de los motivos de esa oposición hay que buscarla en la falta de información y pedagogía desde los despachos del Ayuntamiento, cuyos responsables apenas si se han reunido con las voces críticas y sí con los afines, provocando críticas ante ese supuesto sectarismo. Hasta Consumur (nada sospechosa) ha denunciado esta política de opacidad y falta de transparencia.

El Gobierno local no ha dado la suficiente información a los vecinos de los barrios en los que se van a hacer los proyectos y en los que la oposición está justificada (Espinardo con su calle mayor o Vistabella con la desaparición de árboles). Desde el principio se apreció precipitación por parte de los gobernantes municipales debido a que las obras proyectadas se harán bajo el paraguas de los fondos Next Generation, que tienen unos plazos muy cortos de ejecución.

Ese detalle ha impedido hacer un proceso clásico de participación ciudadana y en estos momentos el Gobierno local se encuentra atrapado en una espiral de movimientos opositores y en el cumplimiento de los proyectos tal y como se han planteado sin un plan de movilidad expuesto al público ni recogida de alegaciones. Cambiar el rumbo de las actuaciones es complicado al tratarse de fondos europeos que tienen unas exigencias determinadas de ejecución. Por lo visto hasta ahora en ambas orillas las posiciones seguirán siendo las que son. El Gobierno local continuará con su sordera y los ciudadanos con su ceguera cochista. Por nadie pase.

Cabos sueltos

División por los tres días de luto oficial.

Hay miembros del Gobierno local que no están de acuerdo con los tres días de luto oficial decretados por el Ayuntamiento de Murcia ante el fallecimiento del fundador de la UCAM (Universidad Católica), José Luis Mendoza. Los que se muestran críticos ante este reconocimiento aducen las declaraciones del prohombre sobre los colectivos LGTBI o sobre las vacunas, unos posicionamientos que tuvieron incluso repercusión nacional. Otro de los argumentos hace referencia al caso judicializado de varias construcciones del campus. 

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