En febrero de este año Ciudadanos expurgó de su ideario la referencia al socialismo y se autodefinió como liberal. Algún destacado miembro acusó al partido de haberse derechizado. Rivera declaró que el liberalismo naranja no iba mucho más allá de ser «menos intervencionista que el PSOE». En Murcia, no obstante, Ciudadanos parece haber abrazado el recién asumido liberalismo con la vehemencia del converso. Eso se desprende, al menos, de la justificación del rechazo al decreto-ley que había de regular las ITV de la Región.

El proyecto presentado por el Ejecutivo regional establecía un periodo de diez años no prorrogables durante los que las estaciones de ITV funcionarían como concesiones administrativas para pasar después a ser liberalizadas. Diez nuevas estaciones se abren en la Comunidad.

Ciudadanos volvió a dar uno de sus acostumbrados golpes de timón. Cuentan los parlamentarios del Partido Popular que los diputados naranjas habían anunciado su abstención, con lo que el decreto sería aprobado. El portavoz de Ciudadanos en la Asamblea, en realidad, ya había manifestado su incomodidad ante la liberalización a medio gas que conllevaba el decreto. Sin embargo, no manifestó que dicha incomodidad fuera un obstáculo insalvable para permitir, abstención mediante, que el decreto fuera aprobado. Fue luego, en el momento mismo de la votación, cuando el liberalismo se puso en el camino de la abstención.

La abstención, por cierto, obliga al PP a negociar con el PSOE, que defiende (¡sorpresa!) sea una empresa pública la encargada de gestionar las estaciones de ITV.

La liberalización del sector solo me merece aplauso. Ahora bien, resulta llamativo que la formación de origen catalán abrace un liberalismo tan fogoso como para declararle la guerra a la concesión administrativa. Concesiones son las terrazas de los bares, los chiringuitos de la playa, el transporte público, las autopistas de peaje.

Ciudadanos no ha resistido la tentación de apelar al 'capitalismo de amiguetes' que preconiza el PP. Saben que esa letanía vende bien. La izquierda, de hecho, vive de ella. Las concesiones de ITV, dicen, suponen un desembolso tal que solo pueden acceder a ellas grandes empresas, a las que los parlamentarios naranjas presumen amistad con los populares.

Ahí ve Ciudadanos el busilis: todas las empresas con opción de acceder a la concesión son 'amiguetes' del PP. Ellos conocen la tendencia política de los propietarios de los grandes talleres de vehículos de la Región. Pero eso no es liberalismo, ¡es presciencia!