Abro el buzón y encuentro una carta de publicidad de una tienda de segunda mano. Tienen mis datos y saben que hace unos días he celebrado mi santo y mi cumpleaños. Me esperan en su establecimiento para comprarme todos los regalos que me han hecho hermanos y cuñados y que no me gustan. Corbatas, colonias, CDs€ hasta libros. Prometen hacerme una buena tasación por ellos. También me compran los obsequios de la navidades pasadas y me aseguran que «menos el carbón, te lo compramos todo».