No, no me refiero a esa frase ya desgraciadamente famosa que patentó el alcalde de Jerez de la Frontera, Pacheco, y que después repitió según, creo recordar, Bertín Osborne, cuando le hicieron derribar un chalé construido en la ilegalidad: «La Justicia es un cachondeo». No, porque pienso que es todo lo contrario, a pesar de su lentitud. La crítica, siempre constructiva quiero pensar que es lo que hago, viene por otro camino. Hablo de las prácticas antes de acabar la carrera de Derecho. Y la inmersión del alumno/a en el mundo de la abogacía, judicatura, fiscalía, inspección e incluso entre los jurídicos de la Armada. Si de algo adolece (imagino que de muchas cosas más, pero no estoy ducho en eso) el sistema educativo español, en lo que a mi profesión afecta, es de falta de educación acerca de lo que es el Derecho y la Justicia.

Algunos enamorados estamos dispuestos a realizar esta labor de ir enseñando por coles e institutos, como todos ustedes ya conocen, esos conceptos. Amén de llevar un mensaje de ´no a la violencia, sí al diálogo´, y no a las drogas, etc. Programa Educando en Justicia de la consejería de Educación de nuestra Comunidad Autónoma y del Tribunal Superior de Justicia. Y, caminando más allá del bachiller, navegando en la mismísima carrera de Derecho, las prácticas también son famosas por su ausencia inveterada. Existen solo a través del practicum del final de la carrera o de la Escuela de Práctica Jurídica; en mi opinión, desde el segundo curso deberían estar programadas en el plan de estudios. Ya casi se ha perdido la costumbre cuando un abogado/a interviene por primera vez ante un juez o un tribunal y lo saluda respetuosamente y es contestado en el mismo sentido. Y además se le ayuda en la forma, si los nervios traicionan.

Aunque es verdad que hasta que no se coge el toro por los cuernos no se suelta uno en cualquier cosa. Resulta encomiable la actividad, por ejemplo, de la facultad de Derecho de ESADE, que viaja a Washington para participar en la final de la competición más relevante de Derecho Internacional sobre simulación de juicios. El 11 de abril próximo participarán en un campeonato cerca de noventa escuelas de Derecho de ochenta países diferentes. Cada participante defenderá las dos partes del siguiente caso: la secesión de una provincia imaginaria de una nación también imaginaria y su unión a otra. Vamos, que viene ni que pintiparado para nuestra España, donde los dos países, naciones, regiones, comunidades€ menos monárquicas y menos españolas, se van a disputar la Copa del Rey. ¡Cómo se come esto! Además, con presumibles pitos al himno nacional. Es decir, que ambas pueden perfectamente participar en este simulacro de juicio y ser anexionadas a Francia, por ejemplo. Un mismo equipo presenta la demanda y su contestación ante el Tribunal de la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas.

Bravo por esta iniciativa y aunque el Derecho americano se parece al español como una promesa electoral a la verdad material posterior, es verdad que si más prácticas como ésta se hicieran desde el principio de la carrera de Derecho en España mejor nos iría después.