Este nuevo curso que ha comenzado llega con aires de transición, soplos de cambio que intentan transformar aspectos de diferentes ámbitos de la realidad social. Según se mire y quien lo bareme, las nuevas ideas que pretenden implantarse pueden servir para mejorar o empeorar el estado actual de las cosas y así es como, sin ser consensuada, otra ley somete al sistema educativo. Esta vez se llama LOMCE, y llega por imposición wertiana a las aulas, despertando duras críticas por gran parte de la comunidad educativa que alerta de sus debilidades.
A tranquilidad de los detractores de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, cabe imaginar que cuando Wert deje el ministerio y el Gobierno cambie de color (alternancia natural en democracia) se renovará la legislación que regula planes y métodos de estudio. Así se seguirán generando leyes que den paso a otras, y de la LOGSE a la LOE, de ésta a la LOMCE?¿cuál vendrá después? Se lo han tomado como el juego de la oca y mientras los políticos de turno piensan en aquello de 'tiro porque me toca' generan una tremenda incertidumbre entre padres, alumnado y profesores. De esta forma es imposible que nuestros estudiantes salgan airosos, y como muestran de un año a otro los resultados del Informe PISA, las competencias de los chicos y chicas españoles están por debajo de la media de la OCDE.
Esta vez ha sido Wert, pero cuando ya no esté a cargo del ministerio alguien ocupará su puesto pretendiendo renovar la legislación educativa. Conforme se va llegando se intenta enmarcar al sistema educativo en un cuadro ideológico propio, convirtiéndolo en un problema político que deja pasar el verdadero desafío que es encontrar de una vez por todas normas y procedimientos que garanticen una verdadera calidad de enseñanza.
Los aires de cambio no soplan solo en la escuela, el curso viene impregnado de ganas de renovación y regeneración, poniéndonos delante unos meses apasionantes que dan protagonismo a una ciudadanía cansada de muchas cosas. No cabe duda de que temas para escribir vamos a tener.
