Hace tiempo que se inventaron las máquinas traductoras, que permitirán prescindir gradualmente de quienes se dedican hoy a ese oficio, incluidos los intérpretes en las conferencias internacionales. Esas máquinas se han perfeccionado rápidamente, tienen cada vez más en cuenta el contexto para evitar los frecuentes errores actuales y, debidamente miniaturizadas, podrán llevarse como aplicaciones en futuras gafas ´inteligentes´.

Incluso permitirán leer textos en cualquier lengua extranjera gracias a una traducción a nuestro idioma materno que aparecerá como sobreimpresión en el cristal de los anteojos.

Pero hay más, y una empresa norteamericana, de Illinois, llamada ´Narrative Science´ -en inglés ´ciencia narrativa´- puede convertir -¡ay!- también un día en redundantes incluso a muchos profesionales del periodismo. Esa empresa comenzó en 2010 a explotar comercialmente el software desarrollado por estudiantes de lingüística, informática y de periodismo de la Northwestern Univesity, de Chicago, bajo la dirección de dos profesores: Kris Hammond y Larry Birnbaum.

Su objetivo declarado es, en sus palabras, «humanizar los datos», es decir convertir cualquier tipo de datos -como los resultados económicos o las jugadas de un partido de béisbol o cualquier otro deporte- en una estructura narrativa coherente y de fácil comprensión.

Gracias al programa por ellos desarrollado, el más de medio centenar de expertos que forman su plantilla colaboran con un número creciente de empresas, entre ellas la revista de negocios Forbes, para las que crean informes financieros que sustituyen a las hojas de cálculo informáticas.

Su último invento, bautizado tal vez irónicamente ´Quill´ (pluma de ave, como las que se usaban para escribir en tiempos pasados), es capaz de generar automáticamente noticias económicas, financieras o deportivas y otros textos con los datos que se le suministren.

Uno de los logros de que se precia la empresa es el de haber utilizado los mensajes en twitter relacionados con las primarias republicanas de Estados Unidos para escribir un informe diario sobre las actividades de los candidatos y los temas tratados. A comienzos de julio, la agencia de noticias Associated Press anunció que todas las informaciones financieras extraídas de los informes empresariales anuales serían tratadas por redactores virtuales.

Por su parte, el diario Los Angeles Times publicó la noticia de un ligero temblor de tierra elaborada por un robot entrenado para informar de ese tipo de sucesos a partir de los anuncios del servicio nacional de aviso de terremotos. La Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia (Nueva York) ha criticado en un artículo las consecuencias para la profesión de ese periodismo robotizado no sólo desde el punto de vista de la destrucción de empleos. Echa en falta el elemento humano y le considera además incapaz de determinar el valor relativo de las noticias en medio del flujo incesante y caótico que posibilita internet.

Conviene saber por otro lado que el año pasado, la empresa aceptó una inversión estratégica de In-Q-Tel, una empresa de capital riesgo coparticipada por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.

La misión de esta última es «identificar e invertir en las empresas que desarrollan tecnologías de vanguardia que puedan servir a los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos, además de mantener la Agencia Central de Inteligencia (CIA) equipada con lo último en tecnología de la información».