El magnetismo está insuficientemente estudiado como figura retórica. En efecto, además de una propiedad de determinados cuerpos, funciona como metáfora a las mil maravillas. Miren, si no: los dirigentes del PP hablan de Podemos como una pasión que solo es propia de los amantes despechados. Al mismo tiempo, numerosos exgobernantes del PSOE esperan cartas de amor de los consejos de administración del gran capital. El equilibrio del Universo se fundamenta en la atracción de los polos contrarios y el rechazo de los idénticos. Con un par de imanes en la mano se puede explicar el mundo a los niños.

Fíjense en las relaciones del Estado con la mafia (que es un Estado paralelo). El Estado admira el vigor de la mafia y la mafia la impunidad del Estado. Esta admiración mutua les lleva a copular como dementes (como adúlteros más bien, pues suelen hacerlo en lugares escondidos). Cuando el Estado penetra en el campo magnético de la mafia, sale convertido en Corleone. Y viceversa. De ahí que abunden los delincuentes al servicio del Estado y los estadistas al servicio de la mafia. Hay funcionarios de una y otra institución que ignoran ya en qué lado de la raya se encuentran. No saben si están aquí o allí ni de quién cobran. Cuando Bárcenas le dice a un capo italiano que la mafia y la política son la misma cosa, está haciendo confesión pública de ese desorden que, incomprensiblemente desde su punto de vista, le ha llevado a la cárcel. Poco leído el hombre, desconoce el sentido profundo de la expresión ´chivo expiatorio´. Significa que de vez en cuando el más tonto ha de pagar el pato.

Esta tensión de carácter magnético se ejemplifica muy bien en los cuentos de los príncipes y los mendigos, donde los primeros adoran a los segundos. Y al revés. A veces, lo único que los diferencia es la camisa. Todo el mundo, lo quiera o no, es un topo, un espía al servicio de la potencia contra la que aparentemente lucha. El verano adora al invierno y el invierno al verano. El próximo agosto va a parecer, políticamente hablando, un noviembre. Nos vamos a morir de frío en medio del calor. Serán una de las vacaciones más agotadoras de la historia de España. Tiempo al tiempo.