Europa se nos está quedando vieja, anquilosada, torpe, lenta de reflejos. Europa ha dejado de ser el motor del mundo. Europa ya no es el espejo donde se miraban los pueblos que aspiraban a liberarse dentro de un mundo más justo y libre. Europa padece una grave arterioesclerosis.

Pero, pese a todo, Europa es el lugar menos malo para vivir. Todos los Estados que componen Europa tienen sistemas democráticos, llenos de imperfecciones, pero democráticos. En Europa, con demasiadas excepciones, se respetan los derechos humanos. Europa, con tremendas carencias, es la zona del mundo con menor injusticia social, aunque ésta exista y más de lo que fuera deseable. En Europa se sabe que el planeta es finito y tiene la mayor legislación protectora del medio ambiente, aunque se incumpla con demasiada frecuencia. Por desgracia, estos últimos años se han aplicado medidas regresivas en materia social, en materia solidaria. También se ha retrocedido en materia de libertades y de profundización democrática. Se ha descuidado la protección de nuestro medio natural. Pero todo ello puede ser reversible, reestructurando el equilibrio de las fuerzas que gobiernan Europa.

Es posible una Europa más unida, más justa, más libre, más solidaria, más culta, más sana, más agradable de vivir.

Para un ciudadano europeo las elecciones más importantes, además de las municipales, por su cercanía e inmediatez, son las elecciones europeas. En Europa se deciden los aspectos más importantes de nuestra vida diaria, en Europa se decide sobre nuestra salud, sobre nuestra educación, sobre nuestra libertad y, en cierto modo, sobre nuestra felicidad. En Europa se pueden corregir los errores de los Gobiernos locales, se pueden compensar intereses dañinos particulares.

En Europa se puede y se debe defender la civilización, por encima de ´las culturas´. La civilización es ´una´, la civilización es la rueda, el teorema de Pitágoras, la penicilina, los derechos humanos, frente a ´las culturas autóctonas´ como la tauromaquia, la caza del zorro, las concertinas y castradoras religiones, sobrenaturales o no.

Todos los ciudadanos europeos debemos ser iguales, siendo anecdótico el lugar donde hayamos nacido, el tono de nuestra piel o cualquier inclinación personal. Todos los ciudadanos europeos debemos tener garantizados nuestros derechos y éstos deben ser ampliados. Todos los ciudadanos europeos debemos ser libres, libres para pensar, libres para crear, libres para vivir donde queramos.

Todos los ciudadanos europeos debemos estar obligados a mantener una relación equilibrada con nuestro medio natural, proteger nuestro medio ambiente para poder legarlo a nuestros descendientes.

Debemos mirar por el retrovisor y observar lo que hemos dejado atrás, detenernos y volver a empezar. No es necesario crecer para ser felices. Se es más feliz siendo más justo, más libre, más culto, más tolerante.

Europa está anquilosada, los viejos partidos de las dos corrientes dominantes desde el fin de la segunda gran guerra ya no sirven. Tal vez fueron útiles en su momento, pero ahora son maquinarias de control al servicio de los más poderosos, están muy alejados de los intereses de los ciudadanos.

Los partidos llamados conservadores y socialdemócratas, con pequeños matices, son parte del mismo bloque. Sus diputados están al servicio de las grandes corporaciones financieras y de las multinacionales energéticas, petroleras, químicas, farmacéuticas, etc. Sólo el conocido como Bloque Verde puede actuar como contrapeso para frenar la ambición desmedida de aquéllas.

Pero el Bloque Verde, además de ayudar a frenar el retroceso de derechos y libertades y la destrucción del medio ambiente, puede ser una gran fuerza generadora de ilusión, de ilusión por vivir en un mundo más equilibrado, más libre, más justo, más sano, más culto en una Europa sin fronteras, donde todos sus ciudadanos sean iguales, solidaria a su vez con el resto del planeta.

Las multinacionales, los viejos partidos que actúan a su dictado y los medios de comunicación de su propiedad tratan de confundir a los ciudadanos para que vean las elecciones europeas en clave nacional. Se habla de si va a ganar el PP o el PSOE, como si fueran las elecciones españolas. Se oculta que se trata de una circunscripción única, que sólo ganará el que gana en Europa y sólo tendrá alguna fuerza el que la obtenga en Europa. Me recuerda cuando en la Región de Murcia los populares sacaron ocho diputados, frente a dos de los socialistas, pero creían que habiendo ganado en su Comunidad habían ganado las elecciones generales, donde la victoria había sido clara para los socialistas, generándoles mucha frustración posterior.

Si ahora ayudas con tu voto a que haya un diputado verde más en Europa, el grupo verde será más fuerte y sin duda tu bienestar, tu libertad, tu salud y la de tu planeta estará mejor defendida.

No votes pensando en echar al alcalde de tu pueblo, ni en castigar a un presidente autónomo corrupto, ni siquiera a un inepto ministro. Vota pensando en que el Grupo Verde sea más fuerte y pueda contribuir a un mundo mejor.

Vota útil, para impulsar una Primavera Europea, vota para resetear Europa, vota para que haya muchos diputados preparados, cultos, propositivos, imaginativos, sensibles con las personas, sensibles con el planeta. Vota a seres humanos libres como Florent Marcellesi, Reyes Montiel, Inés López Dóriga, Guillermo Rodríguez€