Debajo del trono suena el esparto arrugándose para soportar el peso final del paso contra el asfalto. Entre toque y toque del cabo de andas el canto de esparteñas recorre las entrañas de la procesión formando una letanía de retorcida fuerza interior que acompaña los pensamientos durante la carrera. Es un sonido irregular, pero que en algunas fases de la procesión se escucha como un susurro que perfila hacia dónde hay que mover el cuerpo para seguir deslizando la imagen por el desfile. En las curvas cerradas de las callejuelas del centro, donde la gente ha acudido a ver la procesión porque les impresiona la cercanía de los tronos y las imágenes, y suele haber más silencio, se puede escuchar más allá de la burbuja de medias bordadas ese sonido huertano que lleva recorriendo la Semana Santa de Murcia varios siglos.

Las esparteñas se desgañitan aplastando el esparto, cuando el empujón del trono termina por caer contra el suelo a través de los hombros de los nazarenos y se doblan las varas. Si los estantes manejan con garbo, su estante no tocará el suelo, y no habrá interferencias para que el paso vuele sobre las calles estrechas, surcándolas entre crestillas de esparto. Cuando el silencio lo permite, todos pueden escuchar ese sonido que acompaña a los estantes en cada paso, bajo el trono. Como el desvencijar de la madera de las varas en una carrera un poco más larga, que recuerda, cuando ya no sientes la espalda, que los estantes, como todo en la vida, solo avanzan si lo hacen juntos.

Es en esos momentos, con el sonido de las esparteñas, el desvencijar del trono, el paso acompasado, cuando eres plenamente consciente de que todos los estantes son parte de la imagen, de la procesión, de la cofradía, de la Semana Santa, de Murcia... sientes esperanza. La armonía con la gente que te rodea es una de las claves para todo, y cuando gritas el viva al entrar a la iglesia, junto a tus compañeros estantes, queda ir abrazándolos a todos, uno a uno, porque durante tres horas largas han sido exactamente lo mismo que tú. Salud y esperanza para todos los nazarenos estantes de la Semana Santa de Murcia, que sea provechosa vuestra carrera, y que el sonido de las esparteñas os acompañe en todas las calles. Vale.

P. D. Dedicado a todos los estantes de la Semana Santa de Murcia, y especialmente a los estantes de los Ángeles de la Pasión (Lunes Santo, Cofradía del Perdón).