Ustedes saben que cuando los periodistas entrecomillamos determinadas frases, concretos textos, estamos queriendo transmitir al lector que lo resaltado son las expresiones reales de la persona a quien nos estamos refiriendo. Sin interpretación por nuestra parte. Así es que en la información que firmaba el redactor de LA OPINIÓN David Gómez hace unos días sobre la visita a San Esteban del, al parecer, candidato socialista a las primarias del PSOE para la presidencia de la Comunidad de Murcia Roberto García en la que decía «he venido a quedarme» es porque literalmente era lo dicho por García ante los periodistas. Y me pareció una falta de respeto. Hacia quien lleva tantos años en la sede de San Esteban, gracias a la mayoría absoluta de los votantes, y hacia su compañero de partido Rafael González Tovar, actual secretario general del PSRM-PSOE, que algo tendrá que decir al respecto. Es cierto que en el congreso del partido de 2012, con la participación también de Joaquín López, García perdió sólo por cinco votos, pero no lo es menos que los designios de la política son también, a veces, inescrutables, que los votos son muy volátiles y que un año es mucho tiempo para cambiar estados de ánimo. No verlo así es de gran ingenuidad u osadía porque la seguridad en uno mismo es buena para vender un producto, es cierto, pero cuando se trata de vender una imagen hay que cuidar mucho las formas, ya que un excesivo convencimiento en nuestras cualidades puede confundirse con prepotencia, con una pizca de chulería, y eso no casa con los tiempos que correnen los que se necesitan menos frases hechas y más soluciones.

A todo esto, en esa comparecencia no se puso en evidencia ninguna de sus ideas, de sus proyectos sobre la Región. Supimos, sí, que quiere competir con González Tovar por la candidatura de los socialistas murcianos a la presidencia autonímica y a Valcárcel la presidencia del Gobierno porque, son sus palabras, «es el momento de que el PSOE sea una realidad de gobierno en la Región de Murcia». Y es cierto, no sólo por la que está cayendo „con tantos sueños rotos antes de hacerse realidad„ y si también porque el hombre que ha gobernado esta Comunidad durante tantos años, Ramón Luis Valcárcel, se marcha a la UE „donde pasará mucho más frío pero tendrá menos sobresaltos„ y los que asoman para sustituirle, Pedro Antonio Sánchez, consejero de Educación, Universidades y Empleo, y Juan Carlos Ruiz, portavoz del PP en la Asamblea Regional, aunque con sobrada experiencia política, ambos, y con sus virtudes que son muchas, no están aún a la altura del que se marcha, por razones obvias. Todo esto hace que sí, que se intuya el momento del cambio en la Región, pero éste no se conseguirá faltando el respeto en las visitas a los que están gobernando ni al que será su contrincante en las aspiraciones a conseguir la candidatura a la presidencia de la Comunidad más tarde, el actual secretario general de su partido, González Tovar. Un político que lleva muchos años trabajando en esto, y trabajando mucho, como hizo en su etapa de delegado del Gobierno en esta Región, recorriendo todos los pueblos y pregonando la labor del Ejecutivo de la nación, como era su obligación. Un hombre políticamente irreprochable, al que no se le puede acusar de nada de lo que deba avergonzarse algo que, en los tiempos que corren, debería ser de obligado cumplimiento en todos aquellos que se dedican el noble arte de la política. Porque no me cansaré de repetirlo, creemos en los políticos y en la política. Sin ellos, es evidente, no podríamos vivir en una democracia que, con todos sus defectos, es lo único que tenemos a mano los habitantes de este convulso mundo para sentirnos ciudadanos de primera: aunque con el recorte de libertades que nos asola, de derechos que nos hurtan, algunos pretendan descafeinarla tanto...