No, no es un trabalenguas. El título viene a cuento sobre la penúltima estupidez que se le ha ocurrido a esta panda de ineptos que nos (des)gobierna. Desde hace semanas se nos viene machacando desde diversos medios con la conveniencia de modificar la hora y establecer el huso horario de Greenwich (GMT), equiparándonos así a Gran Bretaña y Portugal; por cierto, que no se menciona a Irlanda, antaño todopoderoso ´Tigre celta´ que comparte dicho horario.

El Congreso, que no tiene otra cosa mejor que hacer, ha aprobado un informe elaborado en el seno de una subcomisión para la Racionalización de Horarios, la Conciliación de la Vida Personal, Familiar y Laboral y la Corresponsabilidad, constituida en el seno de la Comisión de Igualdad. La subcomisión ha estado compuesta por quince miembros y han comparecido casi unas cuarenta personas de diferentes ámbitos socio-laborales, académicos, empresariales, sociales, etc. ¡Joder, ya estoy más tranquilo! Si esto del cambio horario lo van a decidir las ocurrencias de un grupo de expertos no hay nada que temer; está el referente de los ´sabios´ sobre el sistema de pensiones.

El objeto de la subcomisión ha sido recabar ideas sobre la racionalización y flexibilización de horarios familiares y laborales en convergencia con Europa y el aumento de la productividad, todo encaminado a la realización vital de los ciudadanos en lo personal, familiar y profesional.

Se ha repetido hasta la saciedad que el actual sistema horario, GMT+1, está vigente desde 1942 cuando el sanguinario dictador, general Franco, decidió también alinearse con la Alemania nazi en la cuestión horaria (sus herederos ideológicos lo hacen ahora en otros aspectos: austeridad ,v.g.). Lo que resulta sospechoso es que los mismos que se niegan a condenar la dictadura franquista nos manden este subliminal mensaje como argumento de peso, entre otros, para aconsejar un nuevo cambio en nuestros relojes.

El extenso informe, 86 páginas, contiene argumentos para todos los gustos, incluidos varios powerpoint, algunos con títulos tan sugerentes como Conciliar presupone regresar a Greenwich (que a mí me recuerda aquello de «Amar significa no decir nunca lo siento»).

Vamos a ver, parece ser que la baja productividad española, la falta de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la nula posibilidad de conciliación laboral y familiar, la falta de permisos parentales y su efectiva utilización, la poca flexibilidad horaria, la irracionalidad en los tiempos de trabajo, la poca contratación, el fracaso escolar, la convergencia con Europa y la retrasmisión a deshoras de mi serie favorita de televisión, entre otros males que nos impiden realizarnos como personas plenas, conciliadas y racionalizadas y felices es debido a nuestro desapego GMT, Greenwich Mean Time. No es debido a que tenemos un Gobierno de incapaces, embusteros y corruptos, ni a que tengamos al empresariado más explotador y mediocre de Europa, más cercano a las novelas de Dickens que a los postulados keynesianos, ni a que tengamos un sistema educativo que es utilizado como arma arrojadiza en defensa de intereses de clase mezquinos y espurios, no. Tampoco tiene que ver que la reforma laboral del Gobierno del PP (y de la Virgen del Rocío) haya desestructurado el tejido productivo, aumentado el número de personas desempleadas hasta cerca de los seis millones, que esté obligando a nuestros jóvenes a emprender ´aventuras´ por esos mundos de dios, llevándose consigo su inteligencia y su fuerza de trabajo, ni que se haya abandonado a nuestros mayores a una agonía infinita, desamparados y vilipendiados, obligados a pagarse las medicinas con pensiones de miseria, ni que se esté destruyendo la sanidad y la educación públicas, los servicios de atención a la dependencia, no. Tampoco que los constantes ataques del Gobierno al Estado del Bienestar o a lo que queda de él estén dejando a los trabajadores y trabajadoras sin la mayoría de las conquistas sociales que tanto costó conseguir, que se esté difamando a los sindicatos de clase, dejando a los trabajadores y trabajadoras sin su legítima representación, no.

Parece que todo es debido a nuestro desfase horario con el meridiano 0º. Pues eso se avisa ¡hombre de dios! Atrasamos la hora y ya está. Porque ¿puede alguien explicar por qué el horario británico, el irlandés, el marroquí y no digamos nada del portugués son mejores que el que tenemos aquí? ¿Qué pasa, que los portugueses viven en el mejor de los mundos porque tienen horario GMT? Si de lo que se trata es de converger con Europa en racionalidad y productividad, habría que recordar que, salvo los mencionados, el resto de Europa, incluida Francia y la envidiada Alemania de la Führer Merkel tienen el mismo huso horario que España. ¿De verdad hay alguien que se tome en serio esto?

Verdaderamente nos toman por idiotas.

Hay algo que resulta paradójico en todo este contradiós. Algunos comparecientes lo exponen, es cierto: En estos momentos lo importante es la creación de empleo, la recuperación de la actividad laboral destruida que está llevando a la desesperación a cientos de miles de familias y empobreciendo el país a pasos agigantados, retrocediendo décadas de avances sociales y tirando por la borda el potencial de una generación de jóvenes que se ven abocados a la emigración y al trabajo basura en el mejor de los casos. En esta situación, plantear el cambio del modelo horario es un insulto a la inteligencia, una burda burla, una agresión más de estos serviles del liberalismo zafio y ramplón que además cuentan con el paraguas ´intelectual´ y la coartada académica de quienes se prestan a sus vergonzantes iniciativas.

Nuestros representantes políticos deben tener como objeto sacar adelante leyes que respondan a necesidades reales de la población, que den respuesta a problemas de perentoria solución. Que yo sepa, no he visto a nadie pedir a gritos que volvamos a un huso horario determinado, no he visto a nadie manifestarse a favor de la GMT. Sí he visto a cientos de miles de personas clamar por sus derechos mancillados, manifestarse en defensa de una educación y sanidad públicas, en contra de la reforma laboral, en contra del recorte de las pensiones y de la ley de dependencia€ He visto a cientos de miles de personas luchar por su dignidad. Claro que a lo mejor todo esto responde a las demandas de la ´mayoría silenciosa´, pero, esto nunca lo sabremos, como es evidente.

Estemos, pues, al loro del cambio horario, será nuestra salvación€ Una menos en Canarias.