Se anuncian felizmente para el otoño venidero exposiciones de obras originales de Man Ray y de Marcel Duchamp en los museos Arqueológico y Mubam, de Murcia. Ingeniosos experimentadores de los postulados dadá-surrealistas en distintas facetas en las que destacan la creación de objetos desmitificando el concepto de escultura tradicional y la fotografía; sin olvidar los ensayos plásticos en el ámbito neoyorquino en el que se movieron.

A pesar de que a Man Ray se le conoce en mayor medida como fotógrafo, es indudable que con Duchamp y Picabia (representantes del dadá neoyorquino) una de sus vertientes más fecundas, la que sin duda él apreciaba en particular, es la referida a las reflexiones y a las manipulaciones con objetos. En ocasiones, sus dos actividades convergieron de manera muy fructífera, como en el caso de los ´Rayogramas´ „composiciones sobre papel sensible de objetos proyectados directamente sobre éste, a la luz del sol„, o como el mismo hecho de la fotografía de sus ´objetos afectivos´, que producía en ellos un considerable valor adicional.

Muy importante relacionar los trabajos de Man Ray con los de Duchamp, compañeros de movimiento artístico, aunque es verdad que en el primero reside quizás, su específico valor, en que fue de todos ellos el que trabajó hasta sus últimas consecuencias y más constantemente en este sentido, en concreto desde 1917 hasta su muerte. Cabe decir que la subversión de lo inmediato que los dadaístas y surrealistas propugnaban, se determinó históricamente con dos nombres: ´objeto encontrado´ (objet trouvé) calificado en ocasiones como un puente entre el recuerdo o el azar y la realidad; y con el término ready made fundamentado en que la simple elección de un objeto (preferentemente industrial) equivalía a una creación artística. Un precipitado del deseo, una elección, basado en definitiva ambos, en el acto de acumular subjetividad en los objetos.

Pero estos hechos, no son únicamente históricos, debería remarcarse, ante la frecuente asociación de ´arte de vanguardia´ al simple uso de una nueva técnica, o a la explotación en definitiva de un truco, que detrás de estas técnicas está el concepto de objeto como base del espacio corpóreo. Y sería necesario señalar también frente al hecho de la pérdida de la escultura, dejándola en un uso ornamental, que la abstracción en el plano y en el espacio tiene distinto significado en la medida en que los medios de reproducción y difusión son distintos. En definitiva el medio condiciona y tiene su propio mensaje. Se nos brinda una excelente ocasión para reconocer aquellas tendencias del arte.