La erradicación de la infravivienda y el chabolismo, el derecho a una vivienda digna y la exclusión social son temas en los que el Gobierno regional está sensibilizado de manera directa. No sólo porque se trate de asuntos que se incluyen de manera recurrente en los sucesivos Planes de Vivienda redactados, sino porque nos corresponde trabajar en la mejora de la calidad de vida de todos los murcianos, por sus derechos y libertades. Uno de esos derechos fundamentales, es el que recoge la Constitución española en su artículo 47, donde establece que "todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada".

La pasada semana se celebró la Jornada "Erradicación del Chabolismo en la Región de Murcia. Vivienda Digna y Proceso de Acompañamiento". La sesión de trabajo se abría con una premisa básica: si hablamos de derechos, la vivienda en un Estado social y de Derecho no puede ser simplemente un bien más del mercado. Una parte de la acción y de los recursos públicos deben destinarse a facilitar el acceso a un alojamiento digno. Haciendo un diagnóstico inicial, el estudio del mapa de Infravivienda, presentado en 2009, reflejaba que desde 1991 había mejorado ostensiblemente la situación de la población gitana en la Región, pasando de un porcentaje del 31% de infravivienda a cerca del 12% actual.

Para analizar la incorporación a la vivienda de colectivos vulnerables se aportó a la reunión de trabajo un caso de éxito, en el que se implicó la propia consejería hace ya cinco años, y a través del cual se ha conseguido arrancar del chabolismo a siete familias, a través del seguimiento de un convenio de colaboración suscrito entre Obras Públicas y la Asociación Habito. Dentro de este acuerdo, además de viviendas, se ha ofrecido acompañamiento social y laboral a unas cuarenta personas que se encontraban en grave riesgo de exclusión social.

El trabajo ha supuesto una gran labor por parte de todos los actores involucrados, ya que no solo se llevó a cabo la adquisición de las viviendas, si no el seguimiento y acompañamiento social de las familias para su correcta integración en su nuevo lugar de residencia, antes, durante y después del realojo.

Otras actuaciones que ha desarrollado esta consejería dirigidas a la erradicación del chabolismo han sido la entrega trece viviendas en Mazarrón, con la finalidad de realojar a las familias ocupantes de las chabolas ubicadas en el Barrio de San José. Igualmente, se ha prestado especial atención en la tramitación de minoraciones de renta. Esto comporta una importante ayuda económica a las familias, en la medida que implica una modificación a la baja de la renta satisfecha por los arrendatarios de viviendas de promoción pública.

Entre nuestros compromisos adquiridos de cara al futuro se encuentra seguir trabajando para ampliar el número de viviendas vacías a las que les podamos dar el uso de erradicar la infravivienda, así como colaborar con los Ayuntamientos con el objetivo detectar situaciones de pobreza extrema y obtener un mapa real de la situación de infravivienda en nuestra Región.

Las reflexiones que tenemos que hacernos desde la Administración, en foros de este tipo, tienen que ayudarnos a solucionar los problemas estructurales relacionados con el acceso a la vivienda, ya que hablamos de un bien básico.

Todavía queda mucho por hacer y los logros pueden parecer escasos en términos absolutos, pero estamos hablando de historias de vida y el número no es lo más importante. Aunque sólo se hubiera cumplido el objetivo con una familia, sería un motivo de enorme satisfacción, ya que la intervención pública representa en muchos casos el único garante para conseguir arrancar a estas personas del chabolismo y darles la dignidad social de una vivienda.