En un contexto nacional e internacional que apoya la garantía juvenil, se ha presentado en nuestro país una serie de 'estrategias de emprendimiento y empleo joven' bajo el consenso de Gobierno, sindicatos y empresarios. La apuesta por el emprendimiento es un verdadero reto para la sociedad española, pues de todos es sabido que el chip más popular ante el mercado laboral se caracteriza por el hallazgo de un trabajo estable con contrato a cuenta ajena, preferiblemente en la Administración. Animar la puesta en marcha de ideas emprendedoras requiere de un análisis de partida que detalle con precisión cual es la percepción real de la cultura empresarial extendida entre la población. Solo sobre la base de este conocimiento podrán diseñarse eficazmente medidas encaminadas a favorecer iniciativas emprendedoras que de llevarse a cabo tengan prolongación en el tiempo.

Para cambiar la actitud hacia el trabajo por cuenta propia y valorar los pro frente a los contra, debería darse un acercamiento temprano a la cultura empresarial ya desde la escuela. En los colegios puede enseñarse a emprender y a tomar iniciativas, favoreciendo la creatividad como algo positivo. La implicación del sistema educativo en la generación de un espíritu emprendedor es una de las vías imprescindibles para fomentar actitudes favorables hacia la creación de empresas.

La compleja situación del desempleo juvenil urge la puesta en marcha de medidas que faciliten la inserción laboral. En este sentido, cabe hacer mención a las jornadas que tuvieron lugar el pasado 28 de febrero en el IES Gerardo Molina de Torre Pacheco dentro del programa FP Joven 2013 (en el marco de Juventud en Acción), donde se presentaron a cientos de estudiantes recursos formativos sobre empleabilidad y movilidad, facilitando al mismo tiempo el contacto directo con empresas mediante su presencia en stand. En estos momentos combatir la tasa de paro juvenil se hace especialmente necesario. Según las estadísticas de Eurostat, en la Unión Europea hay algo más de siete millones de ni-nis, población con edad comprendida entre quince a veinticuatro años que ni estudia ni trabaja. La situación es singularmente alarmante en España, que encabeza después de Grecia las mayores tasas de paro entre jóvenes, 55,5% y 59,4% respectivamente.

Si urgente es atacar el desempleo joven tanto o más resulta combatir la situación de paro de las personas en edad adulta, más aún cuando tienen cargas familiares. Cualquier inversión debe ir acompañada de medidas de evaluación y seguimiento que indiquen la idoneidad de las actuaciones tendentes a la empleabilidad bien se emprendiendo o colocándose.