Paro. Es que dan igual los datos que se ofrezcan; siempre hay argumentos para darles la vuelta. Sí, es cierto, el paro ha llegado a los cinco millones, aunque en realidad sean seis, pero por mucho que te empeñes, Pedro, hay una clara ralentización del número de parados. Claro que ahora me dirás que, luego a luego, es que ya no hay nadie para irse al paro. También me saldrás con los que faltan por ir, que ahí están los de Iberia, astilleros, Bankia, La Caixa y un montón más, y no seré yo quien te quite la razón, pero reconóceme, cuanto menos, que ya empiezan a vislumbrarse algunas luces, aunque éstas se vean en la oscuridad con lentes especiales. ¿Que no? ¿Qué no ves nada? Mira, te lo explicaré: esto es como la fe, que no ves nada ni a nadie, pero hay algo invisible, etéreo, intangible que nos conduce, como las creencias en el Vaticano, que impregnan tanto a los buenos como a los cerdos sobones con sotanas, para alcanzar, al final del tiempo, la felicidad del perdón para todo el mundo. Pues esa fe, Pedro, es la que hay que tener en estos momentos y no ser como eres tú: ¡ay de vosotros, incrédulos! nunca tendréis el gozo de la luz.

Recortes. Otra que te pego. Todo el mundo criticando los recortes, así como si esto fuese el Entierro de la Sardina del ZP, pero todos los dias del año y todos los años del decenio. Que no, Pedro, que no podemos ir lanzando billetes y alegrías, a ver si te enteras, que estamos hipotecados hasta las fosas nasales y nos van a meter una como en los tiempos del Empalador, allá por Rumanía. Tenemos que entender que hay que recortar y protestar, no por los recortes, sino porque se recorte donde no se debe. Ahí también te doy la razón. Recortar en Sanidad es una cuestión muy jodida, y bastante mal lo está pasando la consejera, por mucho que se empeñen en mostrárnosla como alguien insensible. Pues no, que precisamente sensibilidad es lo que le sobra a esta señora; lo que no tiene son cuartos para pagar. Por esa razón se recortan ciertas partidas sanitarias, educativas y sociales con cierta cautela, y con menos miramientos se tocan otras de menor necesidad. Claro que están jodidos, menudos recortes a los sindicatos, a los liberados, a los partidos políticos, a los banqueros, a las fundaciones esas que no se sabe para qué... Sí, amigo Pedro, había que recortar hoy para que no se fuese al carajo todo este bienestar que exigimos y al que no renunciamos.

Consumo. Mira, aquí hasta podríamos coincidir. La fórmula de no hay curro, recorte de la nómina y consuma usted más no funciona, y aseguro que no hay que ir a la Universidad para saber sobre esta solución. Es imposible que quien no tiene trabajo o gana mucho menos consuma productos no necesarios. Ahí estan los ejemplos: sólo los supermercados y las franquicias baratas están creciendo, pero no sólo de pan vive el hombre; también hay quien produce jabugos, queso curado, morcones, anchoas, sobrasada... que junto con el pan dan mucho juego y, sobre todo, de comer. Por eso, a ver nuestros dirigentes se diesen cuenta de una vez de que recortes, sí; inutilidades y verbenas, pues no. El mayor error que han cometido ha sido subir el IRPF, rebajar los sueldos, quitar las pagas extra y horas extraordinarias y elevar el IVA. Si le dieran la vuelta a la tortilla de patatas poniendo, no solo 'la inquisición recaudatoria' donde estaba, sino aún mas baja que antes, se reactivaría el consumo de manera inmediata, comenzarían a ahorrar, así habría más circulante para dar préstamos baratos, aumentaría la demanda y se crearían puestos de trabajo, que a su vez, como un ciclo viciosos, tiraría mas del consumo... y la recaudación pública que se necesita para mantener los servicios generales se conseguiría.

¿A que me das la razón en esto, Pedro? ¡Ojalá me la dieran los que nos gobiernan!