No hay cosa que más irrite a la derecha que las críticas de los "intelectuales y artistas". Viene de antiguo. En el franquismo no había manifiesto o llamamiento de la oposición (clandestina) en el que no aparecieran los "intelectuales y artistas" dando la cara. Eso provocaba enormes berrinches, pues si metían en la cárcel a un intelectual o artista carismático se podía montar un lío aún mayor, con repercusiones internacionales. El PP siempre ha querido contar con grupo propio de "intelectuales y artistas", y lo ha logrado a ratos con los primeros, pero en el apartado artistas no ha pasado de Norma Duval (a diferencia de USA, donde los republicanos lograron el apoyo de Clint Eastwood). A una borrasca de artistas hay que ponerle buena cara, como supo hacer el ministro Wert. Entrar en gresca con ellos, como Montoro o el alcalde de Valladolid, es como ponerse a espantar avispas a manotazos.