Juega el Madrid. Bueno, entiéndanme. Quiero decir que actúa Mou. Recientemente, en no sé qué partido, se disparó pidiendo la roja para un contrario cuando las cámaras acababan de mostrar que se trataba del típico piscinazo, en este caso, de uno de los suyos. Llegará un día en que el colegiado se acerque a la banda y, tras recibir el mensaje detallado del ayudante, le diga al portugués: "Yo expulsaría al que usted ha pedido, señor José, pero es que su entrenador no lo ha convocado". Gracias a Florentino, podemos llegar a encontrarnos con éste y con episodios aún más surrealistas. Algún día descubriremos los intrépidos periodistas en qué lugar se esconde la escuela de presidentes porque tiene que haber una. No puede ser que la inmensa mayoría esté cortada por el mismo patrón.

Precisamente Michael Robinson dialogó con el masha de la empresa catalana que ha fichado a Esperanza Aguirre y le puso como reto supremo, creo recordar, trasplantar su técnica a los clubes para conseguir, de ese modo, verdaderos líderes que se comporten tal como lo hacen en su ámbito de referencia profesional, a lo que el susodicho prefirió no responder ya que su consuegro es Joan Gaspart.

Retomando el hilo, ¿ustedes se imaginan al gran patrón, con base en la Castellana, aguantando en cualquiera de sus divisiones empresariales a un cargo de confianza las coñas marineras con que está obsequiándole el ínclito? Cómo estará la historia que, gente de la órbita de la Casa Blanca, se ha hecho eco de la siguiente posibilidad: que el que salte sea Florentino y que coja las riendas... Aznar. Aunque el marido de la alcaldesa lo habría descartado parece que la idea le hace tilín. Un potente sanedrín está convencido de que lo primero que se necesita es poner orden en la institución. Hombre, de armas tomar e ideas fijas, es. En caso de suceder, podría adelantarse ya hasta el lugar donde el equipo desembarcaría en pretemporada. Irak, naturalmente.