Leo con perplejidad en las páginas de este periódico que la portavoz socialista atribuye sin rubor no sé qué mentiras al presidente Valcárcel. Desde luego, alguien debería decirle a quien tuvo la derrota más estrepitosa ante Valcárcel en las últimas elecciones que cuando se tienen motivos para callar es mejor hacerlo para no salir escaldado. ¿Cómo se le ocurre hablar de mentiras a quien ha defendido activamente las políticas del peor Gobierno que ha tenido España y que nos ha llevado con sus engaños y su negación de la crisis a un situación tan difícil como la que estamos viviendo? ¿No se acuerdan ya los socialistas de que hace tan sólo unos días Eurostad confirmaba que el Ejecutivo socialista de Zapatero, cuyas políticas defendían con tanta vehemencia, había mentido flagrantemente dejando un agujero de 25.000 millones de euros en las cuentas públicas y elevando al 8,5% un déficit que la ministra Salgado, en un alarde claro de transparencia y sinceridad, había cifrado en el 6%?

Deben tener la memoria muy corta o un gran descaro cuando se atreven a criticar a un Gobierno que ha venido a solucionar los problemas que ellos han generado; a un Gobierno que está luchando para garantizar la calidad asistencial, los servicios básicos esenciales y la sostenibilidad del sistema, y a un Gobierno que afronta las dificultades de cara, no improvisa y, desde luego no miente. El Gobierno del presidente Rajoy y del presidente Valcárcel es valiente, decidido y, desde luego, transparente. Es el Gobierno que la Región y España necesitan para recuperar la estabilidad y la confianza del mundo, y eso a los socialistas les duele.

Los socialistas no olvidan, o no deberían olvidar que ellos fueron, y por lo publicado ayer siguen siendo, los profesionales de la mentira y el engaño y que, además, antepusieron los intereses partidistas a los intereses de España, retrasando la adopción de medidas y la aprobación de los presupuestos para no llevarse un batacazo aún mayor en las elecciones generales. Fueron ellos quienes debieron de haber tomado estas medidas que ahora critican. Los socialistas no deberían olvidar que en Murcia tenían un delegado del Gobierno que defendía sumisamente las políticas de Zapatero que tan nefastas han sido para España y en especial para la Región de Murcia. Por lo visto, ellos lo hicieron tan bien que el delegado del señor Zapatero se ha convertido ahora en secretario general de los socialistas de la Región des Murcia.

El PP está gobernando porque así lo han querido los ciudadanos después de siete años de soportar un Gobierno socialista que ha conseguido, con su improvisación y su talante, destrozar España. Es sorprendente que quienes han contribuido de forma tan activa a hundir nuestra economía, nuestro prestigio internacional y nuestra confianza, exijan que todo esté resuelto en tres meses. Quiero decirles a estos dirigentes socialistas, que no se ruborizan al ponerse detrás de las pancartas contra las políticas de reequilibrio, que tengan paciencia y que, pese a su oposición, el PP sacará España de esta situación. Quiero recordarles que hoy, cuando la crisis está en uno de sus peores momentos, la Región de Murcia es una de las Comunidades españolas menos endeudadas, y que mientras en otros lugares se sigue destruyendo empleo la Región ha sido capaz de crear ochocientos nuevos puestos de trabajo.

En Murcia, aunque no quieran verlo, tenemos un Gobierno transparente que trabaja y que antepone los intereses de los ciudadanos a los partidistas y un Gobierno cuya gestión está permitiendo recuperar la confianza en un futuro de crecimiento para la Región. Tenemos el Gobierno que la inmensa mayoría de la gente ha decidido y tenemos el presidente regional con mayor caudal de confianza de toda España. Valcárcel es una garantía y la Región de Murcia tiene futuro. Estén tranquilos.