Una de las preguntas que con frecuencia se hace mucha gente en nuestra Región es porqué si estamos en el Mediterráneo, entre Andalucía y la Comunidad Valenciana, somos la provincia que no sólo no avanza turísticamente sino que está dando grandes pasos hacia atrás.

Primero, es un problema de dinero. Andalucia o la Comunidad Valenciana son dos Comunidades mucho más grandes que la nuestra, por lo que tienen unos presupuestos para promoción absolutamente disparatados en relación con los que contamos aquí. La Región de Murcia es la segunda uniprovincial más poblada de España, y la única que tiene la suerte de estar en el Mediterráneo. Y, sin embargo, el presupuesto que se maneja para promoción es quizás el más bajo de todas las Comunidades. De hecho este año es casi de cero euros. Lo que no entendemos es que se diga que el turismo será uno de los motores que tiren del desarrollo económico regional si no hay presupuesto para promocionarlo. No hablo de dinero para obras, ya que de momento, todo nos vale tal y como está para pasar estos años de crisis.

Segundo, es un problema de oferta. Aquí tenemos que hablar de productos turísticos y de zonas turísticas.

Turismo de Sol y Playa. Es y seguirá siendo durante muchos años el segmento más importante de la Región. Y, sin embargo, está casi abandonado por las Administraciones públicas. Los empresarios de La Manga llevan más de veinticinco años con los mismos problemas y no se los resuelven. Algún ejemplo: en La Manga Zona de San Javier, en verano, hay más del doble de la población que en la localidad. Y, sin embargo, los festivales y todos los actos importantes de esas fechas los realizan en San Javier, obligando a los veraneantes de su zona de La Manga a tener que dar un rodeo de cuarenta kilómetros para poder asistir a las actuaciones. Posiblemente si éstas se realizan en la propia Manga asistiría más del doble del público que acude a San Javier. Una solución: la apertura de La Manga por el Norte, especialmente por razones de seguridad. Pero también para acortar la distancia y coesionar el territorio entre San Javier y su zona de La Manga, dejándola a menos de cuatro kilómetros de distancia.

En la zona de La Manga de Cartagena se echa de menos que no exista un paseo marítimo con continuidad que recorra toda la urbanización. Sea por el Mar Menor, sea por el Mediterráneo. Cuando hemos visitado Benidorm o Torrevieja nos hemos dado cuenta de que la actividad más habitual de los turistas es transitar por sus paseos marítimos. ¿Cómo podemos competir con eso?

Águilas, Mazarrón, San Javier, San Pedro, Los Alcázares, La Manga, etc. ¿por qué sólo tienen veraneantes (principalmente madrileños) durante poco más de cuatro meses, si en Torrevieja o Benidorm trabajan con el turismo todo el año? Porque tiene una oferta de hoteles y apartamentos turísticos lo suficientemente amplia, que les permite poder realizar acciones de promoción con ofertas rentables para todo el año. A todas las poblaciones que he mencionado anteriormente les falta lo mismo: tener diez hoteles grandes más en cada una que permita situar el destino como turístico y no como de veraneo. La Manga, por su peculiar estructura (brazo de tierra muy estrecho y con dieciocho kilómetros de largo), necesitaría una actuación especial. Si es posible, en la zona entre el inicio de La Manga y Cabo de Palos (El Vivero) habría que recalificar suelo en cantidad suficiente para uso exclusivo de hoteles, apartamentos turísticos, restaurantes, bares, discotecas, salas de fiesta, comercios turísticos, etc. De tal forma que puedan crearse mas de diez hoteles grandes y muy cerca unos de otros para que durante los meses de invierno la ocupación que puedan tener cada uno de ellos ayude a crear un ´ambiente de animación´ en la zona que estimule a los clientes a venir, divertirse y a repetir. Esto fijaría Cabo de Palos como el céntrico pueblo típico de esta zona del Mar Menor. Y la sinergia que crearía llenaría todos los hoteles de La Manga hasta el final, y daría vida a los pueblos de El Algar, Los Belones, etc.

Turismo de Ciudad. Aquí la situación es contraria al sol y playa. Las ciudades de Murcia y Cartagena están trabajando con precios de los más bajos de España, a pesar de tener una oferta alojativa moderna. Y, sin embargo, la ocupación en ambas ciudades está siendo menor del 50%. Por tanto, podemos decir que ambas ciudades están en estos momentos en situación de oferta hotelera saturada. Y mientras que en ambas ciudades la consejería de Cultura, Deportes y Turismo y los Ayuntamientos no aumenten la creación de eventos y la promoción pura y dura, la rentabilidad de los establecimientos será catastrófica. De este modo, el sector no podrá ayudar a salir de la crisis a sus ciudades ni, por tanto, a la Región.

En Cartagena se piden más hoteles con el argumento de los congresos (que vendrán), y la posibilidad de que la ciudad se convierta en puerto de salida y llegada de cruceros. Hay una oferta alojativa en un radio de veinte minutos suficientemente grande como para poder atender de manera habitual a eventos que llenen el Palacio de Congresos en su totalidad y que además los congresistas vengan acompañados de sus parejas, lo que serviría igualmente para dar servicio en su momento a los turistas que en su día puedan venir para salir desde Cartagena en cruceros.

Además, tenemos que hacer una llamada de atención hacia el turismo de excelencia, de lujo. ¿Dónde están los destinos turísticos para supermillonarios en nuestra Región? ¿Dónde tenemos el destino competitivo con la Costa Azul francesa, con el Suroeste de Andalucía, etc. Marina de Cope o la recuperación de Portmán, si se hacen bien, podrían ser nuestras grandes ofertas en este segmento turístico de lujo.