Dice, bueno, mejor dicho, vocifera Rubalcaba que las encuestas privadas del PSOE anuncian que la distancia con el PP se está acortando en intención de voto. Si no fuese porque es una encuesta partidista, y aisladamente de otros hechos, hasta podría uno creérselo, pero no, no es creíble y mucho menos de un candidato que se ha pasado un montón de años, como segundo en el escalafón, junto a un Presidente como ZP, experto en deformar verdades, ocultar mentiras y mentir, simplemente mentir de manera compulsiva.

Rubalcaba trae un programa electoral que es más medicina de la que nos han dado anteriormente y no nos ha curado, sino todo lo contrario, nos ha enfermado hasta tal extremo que vivimos de pedir préstamos y más préstamos y que a partir del próximo año vamos a trabajar todos tan sólo para pagar intereses a medio mundo. Esta es la política de Rubalcaba y sus compadres de Gobierno junto a ZP. Alguien debería decírselo al buen hombre, para que, o bien cambie el tratamiento o se retire del oficio de ´sanador de economías´ para el que ha demostrado ser un verdadero inútil. Fue un mal vicepresidente de Gobierno y es un peor candidato, empecinado, una y otra vez, en hacernos creer que él es la salvación cuando la realidad demuestra que ha sido nuestra perdición, y por si le faltase algo, va y se pasea bajo la frasecita «pelea por lo que quieres». Si yo estuviese en su pellejo, Dios me libre, destituiría al inventor de la frase en cuestión, pues en vez de ganar votos lo que le está haciendo es perder cientos de miles de tan preciada dádiva. «Pelea por lo que quieres». ¡Pero es que no ve este hombre que, precisamente, es lo que está haciendo el populus, pelear por lo que quiere: que se vaya!, hombre de Dios, si no ve esto cómo va a ver las soluciones que necesitamos.

Aunque admito que algo ve, pues ha mandado a China, país democrático donde los haya, a una emisaria a pedir cuartos prestados para aliviar el fin de año. Al final, va a tener razón ese monstruo decimonónico de IU, el buenazo de Cayo Lara, hombre de apariencia bruta y roma sensibilidad, que pretende hacernos creer que las políticas comunistas son las mejores del mundo. Algo de razón tendrá cuando vamos a pedir dinero a los chinos, pero, claro, solo eso, dinero, porque de las condiciones laborales, de las libertades, de la sanidad, de la educación, en fin de esas pequeñeces, ni hablamos. Las cosas de los chinos, para los chinos, y las de los españoles, para los españoles. De ellos sólo nos interesa el dinero que sale de la explotación de un gran pueblo, de sus libertades no se habla.

Rosa Díez está luchando por un partido nacional y por un país. La pobre, con más voluntad que acierto, se está dejando la piel y hay que reconocérselo. Su política es moderna de centro izquierda, pero muy moderada, y posiblemente el tiempo le haga justicia frente a sus antiguos amigos socialistas, pues ella sí representa el verdadero socialismo moderno que desean los votantes de izquierda.

Convergencia y Unió es el partido en el que militan los más listos de todos; ya se están preparando el camino para coger por lsemejante parte al PP, aunque esta vez se están equivocando.

El PP de Rajoy y Valcárcel es el virtual ganador y la única esperanza que tenemos los españoles de no continuar el camino a peor. Se podrán criticar sus manifestaciones, no se estará de acuerdo con lo que tiene o le falta, su programa no será completo o incluso desconocido, ocultará algo y no lo sabemos, pero lo innegable es que se trata de la única opción para que algo cambie y no precisamente a peor, que eso es ya imposibl. Puestas las cosas así, Rajoy es lo mejor que nos puede pasar, si no nos quita a los murcianos a nuestro presi. ¡Por ahí, no, querido Rajoy!