Los artistas, la escultora Lola Arcas y el pintor Vicente Ruiz, vienen desarrollando en estos momentos una actividad casi frenética a favor de Lorca y desde la Academia de Bellas Artes de Santa María de la Arrixaca, de Murcia, de la que son miembros electos. La idea es pedir a los pintores, escultores y fotógrafos más sobresalientes de la Región de Murcia una obra para llevarla a una exposición a finales de noviembre cuyo beneficio sería para ayudar al grave deterioro de la ciudad, sufrido por el terrible terremoto.

Conviene saber que Lola Arcas es una escultora brillante, con una ejecutoria operística muy conocida en su ciudad, Lorca, donde tiene diversos trabajos en plazas y calles. Desde su primera escultura al aire libre, La bordadora lorquina, hasta la gigantesca obra en acero, Homenaje a la Semana Santa, son muchos sus bronces de lorquinos que habitan bajo el cielo azul de la ciudad: Narciso Yepes, Rafael Méndez, Pepín Jiménez… Sus obras conciertan una notable armonía y tienen esa personalidad de la escultora que ennoblece cuanto toca con sus manos. En estos momentos se puede ver una exposición suya de toros, toreros y cantaores de flamenco en el Palacio del Almudí, donde siempre consigue buenos oficios de artistas su director Martín Páez.

Por otro lado, el pintor Vicente Ruiz, de reconocido prestigio y con muchos trabajos realizados en Lorca para sus históricas galerías, también ha sabido, desde sus comienzos expresionistas de un audaz realismo social hasta sus últimas apreciaciones del cromatismo de una paleta que mancha los lienzos recordatorios de la ensoñación abstracta, ilustrar su poética pintura con una técnica tan respetada por la crítica como sentida por quienes se acercan a sus exposiciones, siempre sobresaltados por sus obras que destacan en una pintura de contenidos elementos oníricos, porque Vicente es un poeta de la pintura.

Tanto monta, monta tanto, escultora y pintor, aterrados y dolidos por el terremoto de su pueblo y el mío, se pusieron en marcha hace unas semanas para buscar entre los artistas murcianos ese gesto de generosidad que haga posible una exposición en Murcia, y organizada por la Academia de Bellas Artes, en un encuentro de la mejor pintura, la mejor escultura y la mejor fotografía que en estos momentos se puede ofrecer para ayudar a Lorca.

El resultado, por lo que sabemos y aunque no deseo desvelar aquí, por respeto a la organización de la Academia que cuida este acontecimiento de las bellas artes, está siendo muy grande. Digamos que donde los dos lorquinos han llamado pidiendo ayuda, inmediatamente se les ha abierto la puerta de la generosidad que se buscaba. En este sentido, pudiéramos asistir en un mes y medio a la mejor exposición antológica de arte que se ha podido contemplar en los últimos años.

Si a ello le añadimos que los murcianos siempre han sabido responder, sobrevenidos por la hidalguía de nuestros paisanos, a la petición de apoyo a una causa que, como el terremoto sufrido en Lorca, tiene su razón en el corazón de quienes saben dar la cara hacia sucesos que nos apenan y nos duelen en la intimidad, estamos seguros de que el final de esta exposición de arte por Lorca será interpretado, finalmente, ya lo verán ustedes, como el reflejo profundo de solidaridad de los artistas y las personas que adquieran sus obras.

Como lorquino y amigo de Lola y Vicente, les pido que, si les convocan, atiendan a su llamada de buena ventura para solapar, de alguna manera, el horror de los lorquinos que, desde aquel terrible día en que tembló Lorca han perdido mucho en sus vidas y mucho de su hermosa ciudad. Con actos como este, y los que ya se han desarrollado a favor de recobrar la normalidad de unas vidas quebradas que han perdido el paisaje de sus monumentos más simbólicos se puede mantener esa hidalguía generosa a la que antes me refería. Hidalguía que es tanto como el orgullo emocionado de lorquinos y murcianos rendidos por los sentimientos de un arte solidario y de una ciudad que vive la esperanza de que, poco a poco, se alce renovada a nuestra mirada.