Un amigo me preguntó años atrás: «Los cubanos fueron capaces de construir Miami y tienen en el exilio 500 millonarios que podrían subvencionar a la oposición. ¿Por que no han acabado con la tiranía comunista en más de medio siglo de lucha?» Yo se los diré.

Porque esa tiranía es totalitariamente perfecta, porque la oposición, tanto dentro como fuera de Cuba, está fragmentada en miles de pequeños partidos (esto es responsabilidad en un 30 por ciento de los servicios de inteligencia castristas y en un 70 de nosotros mismos), porque carece de recursos económicos, porque nos combaten profesionales de la política, el poder, la propaganda y la represión, que lo tienen todo garantizado (todo un aparato estatal), mientras nosotros lo hacemos en las pocas horas libres que nos quedan después de la jornada de supervivencia, dentro o fuera de Cuba, porque hemos carecido –y carecemos- de estrategas políticos y de comunicación, porque, por estas razones, no hemos sido capaces de ganarnos apoyo internacional y, finalmente, porque cada uno de nosotros cree (tal vez porque el poder ha pretendido siempre extirparnos la individualidad desde que nacemos, por el propio «carácter cubano» o por ambos inclusive) que cada cubano puede construir ´Mayami´ solo.

Con miles de fusilados, encarcelados y desterrados en medio siglo de lucha tenaz y desigual, hoy la oposición cubana no tiene dos o tres grandes partidos que agrupen a los opositores de todas las ideologías, (no tiene, siquiera, ni una gran coalición) que constituyan pragmáticos y verdaderos instrumentos de lucha y verdaderas y pragmáticas opciones para las primeras elecciones de la ineluctable transición.

Del exilio, con su corazón en Cuba, hay tres instrumentos que me parecen los más importantes y por eso son los únicos en los cuales he aceptado tener responsabilidades: el histórico Gobierno Constitucional Cubano, el único legítimo de Cuba porque fue el último elegido democráticamente en la isla y se ha mantenido fuera según los preceptos de la única constitución cubana soberana y vigente, la de 1940, la Convención Internacional Anticomunista, con gran participación cubana, y la coalición Concilio Cubano, fundada en 1995, aplastada entonces. Hoy lleva sus riendas dentro de Cuba Hugo Damián Prieto Blanco.

Urge, según Concilio Cubano, para contar con ellos en la transición, fundar el Banco Cubano del Exilio y la Cámara de Comercio de Empresarios Cubanos en el Exilio, que son miles y se encuentras desparramados por todo el mundo.

Nos han sobrado valentía, heroísmo y constancia, pero a nuestros líderes, si es que los tenemos, les han faltado «(…) vocación próxima. Y convendrá añadir todavía que esa llamada próxima no es bastante: que se requiere también una sólida preparación interior» (Le paysan de la Garonne , Desclée de Brouwer, París 1966, 7ª ed., 70), virtud. «(…) Por muchas razones evidentes el que gobierna debe poseer las virtudes morales en grado perfecto» (Santo Tomás, Política I, 10, 7), amor a la Cruz, es decir, espíritu martirial. (No debe olvidarse que el patrono de los políticos católicos, Santo Tomás Moro, es mártir), y largas miras, visión de futuro, sentido de Estado. La situación histórica concreta la tenemos aún.

Platón explica en República VI, 496, con un símil, por qué los sabios no participan en los negocios públicos. «Un sabio observa cómo en la calle la multitud se empapa bajo una tremenda lluvia. Por un momento piensa en salir de casa para persuadir a la gente de que se ponga a cubierto. Pero renuncia al intento, considerando que si la multitud aguanta bajo la lluvia, ello indica su estupidez, y que esa insensatez hace prever que rechazarán el consejo razonable. Decide, pues, no ir a mojarse con ellos inútilmente, y se queda en casa». Aquí está la respuesta a la segunda parte de la introducción a la pregunta inicial de mi amigo.

*Julio San Francisco es periodista y escritor cubano desterrado en España en 1995, cuando era subdirector editorial de Habana Press, la primera agencia privada y libre en Cuba, miembro fundador del Movimiento Cubano de Periodismo Libre y de Concilio Cubano, viceministro de Información del Gobierno Constitucional Cubano (en el exilio), representante en Europa de la Convención Internacional Anticomunista y jefe del Área Europa y representante en Europa de Concilio Cubano. Autor de la novela ´Prensa Gulag, la apasionante lucha de un periodista cubano disidente´ y del ensayo ´Apuntes para el estudio del Movimiento Cubano de Periodismo Libre, un hecho sin precedentes en la Historia del periodismo en el mundo´. Reside actualmente en Murcia.