Rafa y Orestes han vuelto a 'Pasapalabra' tras el Duelo de campeones con las pilas más cargadas que nunca: la tensión por hacerse con el bote de 2.098.000€ hace que cada nuevo programa de como resultado un enfrentamiento titánico donde los concursantes se juegan mucho más de lo que nadie podría soñar.

El sevillano ha superado los cien programas, mientras que Orestes ya ha batido el récord del concurso. Esta situación hace que el combate entre ambos sea especialmente encarnizado. Además, cada participante tiene su propio grupo de fieles seguidores, que a través de las redes sociales atacan o defienden a su favorito.

El viernes pasado el programa terminó con un momento épico: Rafa y Orestes iban prácticamente a la par, cuando el sevillano entró en un atolladero por culpa de su característica sensatez. El burgalés aprovechó este colapso de su rival, que no podía avanzar más que a trompicones.

Cuando Orestes llegó a los 22 aciertos de las 25 palabras que tiene el Rosco y Rafa consiguió alcanzarlo para plantarse exhausto antes de arriesgarse a fallar. Fue en este momento cuando se produjo uno de los picos de mayor tensión de la entrega: ya que Orestes tenía la opción de plantarse para asegurar el empate o continuar y, por fin, dar a toda la audiencia la victoria que llevan meses esperando.

Al llegar a la letra "G", Orestes se ha mordido la lengua, insinuando que podía continuar y arrebatar el codiciado premio a Rafa. Pero, al final, ha decidido dejar que el tiempo corra para quedar empate, machacando emocionalmente a su contrincante gracias a la magnanimidad con la que ha cerrado el último programa de la semana.