Negociación para la investidura

Feijóo echa al PP a la calle para capitalizar el descontento con Sánchez: "Nos piden que nos movamos"

El PP decide mantener tensionada la calle en vista de la respuesta social ante las negociaciones del PSOE con los independentistas. Cuadros por toda España aseguran que "más allá de las fronteras del partido" les piden movilizaciones

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, preside la junta directiva nacional del partido en Génova.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, preside la junta directiva nacional del partido en Génova. / José Luis Roca

Paloma Esteban

El PP no bajará la intensidad de las protestas en la calle, al menos, hasta que pase la investidura de Pedro Sánchez. Después de encadenar varios domingos de mítines multitudinarios, el partido improvisó una convocatoria masiva —en las plazas de todas las capitales de provincia— para el próximo fin de semana. La decisión, explican en Génova, se tomó en el comité de dirección la mañana del lunes. Y surgió ante la constatación de que existe un malestar social muy fuerte contra las negociaciones del socialista y los independentistas “más allá de las fronteras del PP” y que los conservadores quieren capitalizar.

Feijóo reunió a la junta directiva nacional del partido este lunes. Cargos de todos los territorios aseguran que en los últimos días “se han multiplicado los mensajes” que reciben para tratar de frenar los pactos que está ultimando Sánchez. “Nos piden que reaccionemos. Que nos movamos. En las provincias nos preguntan si no vamos a hacer nada más. Nos preguntan cómo es posible que se pacten cosas ilegales e inconstitucionales”, relatan.

Ese descontento, dicen, que se está visualizando en los mítines del PP como el de este fin de semana en Valencia o el anterior en Málaga se suma a las protestas que se ven en la calle Ferraz desde hace días. La dirección del PP ha evitado criticar estos últimos movimientos de los que ha participado la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Ayer mismo se sumó Santiago Abascal.

Feijóo no hizo una mención expresa en su discurso de este lunes, mientras los principales barones del partido se inclinaban por acudir a las manifestaciones que se avisan antes a la Delegación del Gobierno. De alguna manera defendían el enfado de la ciudadanía, pero decantándose por las convocatorias oficiales. Lo que sí hizo el líder conservador fue apostar con claridad por mantenerse en la calle: “Pretenden que nos callemos y que traguemos e incluso más. Pretenden insultarnos y decir que los radicales somos nosotros por defender el Estado, la justicia y a los servidores públicos. Y les advierto de que no nos vamos a callar y advertimos de que la sociedad está más unida que nunca", lanzó.

La pugna por las protestas en la calle está encima de la mesa. Abascal decidió unirse a la última en la calle Ferraz después de que otros cargos importantes, como el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, animara a los manifestantes a rodear la sede de los socialistas. El PP insiste en la defensa de las instituciones en su labor de oposición pero, al mismo tiempo, ha decidido unirse a la tensión en la calle. El domingo 18 de noviembre la plana mayor del partido también acudirá a la manifestación de la plaza de Cibeles en Madrid ante el llamamiento de entidades de la sociedad civil. 

Hay cargos en el partido que consideran que la presencia en la calle disminuirá cuando se confirme la investidura de Sánchez. Ahí, apuntan, se abrirá un nuevo capítulo en el que se combinarán distintas acciones, pero que tendrá mucho peso la vía parlamentaria y está por ver si la judicial. Feijóo reunió el pasado viernes a parte de su equipo para preparar “la respuesta política y jurídica” a los pactos de Sánchez con ERC y Junts (aún sin confirmar a la espera de Carles Puigdemont). No concretaron, pero fuentes de la dirección explican que no descartan “ninguna vía” y que, por ejemplo, prevén una respuesta europea concreta por entender que en el terreno comunitario se jugará buena parte de la partida.

La vía de la justicia aún está por explorar. Sobre todo, por la desconfianza que el PP mantiene ahora en el Tribunal Constitucional. También queda por saber qué acciones concretas llevarán a cabo las comunidades autónomas tras denunciar la ruptura de la igualdad entre españoles por el acuerdo firmado entre PSOE y ERC. La 

de la Generalitat (más otros 1.300 millones de intereses) con el Estado tras acogerse al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) ha provocado un intenso malestar en muchos territorios.

La cuestión es que el Ministerio de Hacienda ha anticipado que el mecanismo que utilizará se podrá aplicar al resto de autonomías. En Génova piden a los suyos aplazar este debate, afirmando que se trata de “una trampa” del Gobierno para enfrentar a los territorios. Es la misma posición que mantiene ahora la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Algunos dirigentes presentes en la junta directiva este lunes entendieron las palabras de la madrileña a puerta cerrada como una petición a sus compañeros de filas para no acogerse a la quita de deuda. Madrid no tiene deuda FLA, pero se encuentra en su propia disyuntiva: usarla contra Sánchez o aceptar el mecanismo para su comunidad.

Otros presidentes autonómicos como el valenciano Carlos Mazón (la segunda comunidad más endeudada con el Estado) no se han pronunciado con tanta claridad. Lo que todos los líderes del PP piden es que estas decisiones se tomen en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera, reprochando cualquier relación de bilateralidad en ese sentido con Cataluña. Pero, como avanzó este diario, se trata de un asunto que puede causar grietas internas.

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