Antiviolencia sanciona a dos aficionados del Real Murcia por insultos racistas y a otro del FC Cartagena

Un aficionado del Real Murcia y otro del FC Cartagena han sido esta semana sancionados por Antiviolencia a consecuencia de su mal comportamiento en un campo de fútbol. Si hace unos días desde Ceuta denunciaban los gritos racistas de algunos seguidores murcianistas durante la visita del conjunto ceutí a Nueva Condomina, esas actitudes han tenido las primeras consecuencias. Y es que la Comisión Antiviolencia publicaba esta misma semana que ha propuesto una multa a dos de esos hinchas granas. Los gritos racistas les costarán caro. Tendrán que pagar 4.000 euros de multa y además no podrá acceder durante 12 meses a los campos de fútbol.

Identificados durante el partido que se jugó el pasado 28 de abril en Nueva Condomina, ahora han conocido las sanciones por proferir de manera continuada insultos racistas contra la afición contraria, según estipula el Comité Antiviolencia, organismo dependiente del Consejo Superior de Deportes.

En las horas posteriores a la disputa de ese choque, que acabó con victoria para el Real Murcia, desde Ceuta denunciaban los hechos que calificaban de racistas. Según explicaban algunos aficionados murcianos habían dedicado a los seguidores visitantes gritos de “moros”, “perros” y “Ceuta es de Marruecos”, entre otros insultos que pudieron escucharse. La denuncia presentada ante el CSD, que iba acompañada de vídeos en los que se podían ver esos gritos, ha tenido ahora consecuencias, con las multas propuestas por Antiviolencia a dos aficionados del Real Murcia.

Patadas, insultos y amenazas

No serán los únicos seguidores de la Región sancionados. También un aficionado del FC Cartagena ha sido duramente sancionado por su comportamiento en el partido que los albinegros disputaron en Elda ante el Eldense. Según la Policía, encargada de la identificación de este aficionado, el seguidor cartagenerista "propinó una patada a una puerta de emergencia del estadio causándole diversos daños e insultó gravemente a los agentes policiales mostrando en todo momento una actitud agresiva y amenazante contra ellos". Por ello, deberá pagar una multa de 4.000 euros y tendrá prohibida la entrada a los recintos deportivos durante doce meses.